El aumento de la longevidad ha supuesto un avance social importante. Pero también un reto para conseguir un bienestar físico y mental óptimo. Te proponemos algunos ejercicios para ejercitar la memoria y reducir o posponer los efectos negativos que provoca tener un déficit de recuerdos en edades avanzadas.

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Con el paso de los años no solo perdemos músculo, fuerza o equilibrio. Nuestro cerebro también puede perder facultades sin mostrar signos visibles de falta de memoria. A medida que envejecemos, comenzamos a notar algunos cambios en nuestra capacidad para recordar cosas. Esto puede hacer que sea más difícil realizar tareas mentales.

Importancia de ejercitar el cerebro

La mayoría de los problemas de memoria que experimentamos con la edad reflejan cambios normales en la estructura y función del cerebro. Estas modificaciones pueden retardar ciertos procesos cognitivos, lo que hace que sea un poco más difícil aprender cosas nuevas rápidamente.

De la misma manera que los entrenamientos con pesas fortalecen nuestros músculos, seguir unos hábitos sanos y realizar ejercicios específicos para el cerebro puede aumentar nuestra reserva cognitiva. Un estudio publicado en PlosOne en 2013 demostró que, en personas que llevan un estilo de vida saludable, se reduce de manera significativa el riesgo de demencia.

Los expertos creen que, cuanto más perezoso y pasivo está el cerebro, mayor predisposición tiene a atrofiarse. Por este motivo, actividades sedentarias como pasar el día frente al televisor puede ser, con el tiempo, perjudicial para la salud del cerebro.

Dentro de los patrones de un estilo de vida saludable se incluye una alimentación equilibrada y una actividad física regular, así como no fumar y no consumir alcohol.

Olvidos más frecuentes

¿He apagado la luz? ¿He cerrado la puerta con llave? La mayoría de los olvidos se dan en acciones repetidas, aprendidas y muy automatizadas. Casi siempre, cuando volvemos a comprobarlo nos damos cuenta que lo hicimos bien. Como la memoria depende, en muchos casos, del contexto, ayuda volver al lugar donde se generó el pensamiento.

Según el documento La memoria. Programa de estimulación y mantenimiento cognitivo, de la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Personas Adultas Mayores (FIAPAM), olvidos como los mencionados no responden a una “mala memoria” sino que se trata de déficits atencionales, el paso previo al proceso de memorización.

 

10 ejercicios de memoria: escuchar música

10 ejercicios de memoria para adultos mayores

Además de la alimentación y una rutina de ejercicios, hay otras maneras de entrenar nuestro cerebro. Los expertos recomiendan seguir una “preparación cerebral” basada en actividades de la vida cotidiana. Está demostrado que los nuevos aprendizajes y la actividad mental continuada favorece el desarrollo del cerebro. Algunas actividades recomendadas son:

  • Leer: la lectura ejercita el cerebro y ayuda a recordar palabras. Se ha demostrado que leer el periódico, un libro o una revista proporciona un impulso al cerebro. Dentro de la lectura, la comprensión es una de las capacidades cognitivas básicas relacionada con otras habilidades. Por ejemplo, podemos leer un texto y responder unas cuestiones sobre él o resolver adivinanzas.
  • Jugar: hacer crucigramas es un ejercicio de memoria y de concentración muy efectivo, igual que los puzzles. Los sudoku ejercitan el cerebro y favorecen la memoria y el funcionamiento cognitivo. Los juegos con cartas practicados de forma regular, como el solitario o el póquer, también ayudan a mantener la vitalidad de la mente.
  • Escuchar música: es más fácil memorizar las letras de una canción que tratar de recordar las mismas palabras sin música. También es útil aprender a tocar un instrumento musical. La música estimula las células del cerebro y, por tanto, ayuda no solo a la memoria sino también a la concentración mental y al desarrollo auditivo.
  • Realizar actividades artísticas: pintar, dibujar o esculpir, así como realizar de forma habitual las actividades artesanales como la costura o la cerámica ayuda a prevenir pérdidas de memoria.
  • Estimular los sentidos: además de la música, involucrar el resto de sentidos es una experiencia que despierta el cerebro. Probar un alimento nuevo, encender una vela perfumada… usar y prestar atención al estímulo sensorial aumenta la memoria sensorial y la conciencia.
  • Establecer métodos de memoria: poner en marcha estrategias que nos ayuden a recordar más datos también beneficia a la memoria. Podemos escribir un diario, hacer la lista de la compra o apuntar las tareas que tengamos pendientes.
  • Recordar cosas pasadas: una forma de mejorar la información almacenada puede hacerse a través de ejercicios de memoria autobiográfica, como ordenar fotos antiguas, recordar familiares y hechos pasados o aspectos importantes de juventud.
  • Relacionarnos con gente: la interacción social puede prevenir la depresión y el estrés, dos factores que pueden contribuir a la pérdida de memoria. Debemos buscar formas de reunirnos con familiares y amigos, sobre todo, si vivimos solos.
  • Adoptar pequeños cambios: el cerebro funciona a través de asociaciones, por tanto, es útil cambiar algunas rutinas como modificar el camino de casa a la tienda o cepillarnos los dientes con la mano opuesta.

Como ves, hay numerosas actividades para entrenar la concentración y la atención, y fortalecer las funciones cerebrales. ¡Te animamos a mantenerte activo, por dentro y por fuera!

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FUENTES:

  • Harvard Health Publishing
  • Academia Americana de Neurología (AAN)
  • Federación Iberoamericana de Asociaciones de Personas Adultas Mayores (FIAPAM)
  • US National Library of Medicine National Institutes of Health (PubMed)