Qué es la celulitis facial
La celulitis es una infección de las capas profundas de la piel en la que se produce inflamación del tejido conjuntivo, con una afectación de la dermis y una epidermis relativamente respetada. La infección puede presentar diferentes orígenes, como una herida, la infección de un grano o una infección de origen odontológico.
Qué es la celulitis facial
En este caso, la celulitis nada tiene que ver con la ‘piel de naranja’ o la disposición anómala de grasa en muslos y caderas. Se trata de una infección localizada en las partes blandas subcutáneas que se desarrolla como resultado de la entrada de bacterias a través de una barrera cutánea alterada. De este modo, una herida en la piel, una intervención quirúrgica o una lesión cutánea puede permitir la entrada de microorganismos. También puede presentarse cuando se infecta un grano o un folículo piloso.
La celulitis compromete la dermis reticular y la hipodermis y puede generar daño linfático permanente. El área afectada se caracteriza por aumento de temperatura, edema, dolor y eritema, presenta bordes irregulares, pero puede respetar áreas de piel en un patrón impredecible. Puede dar lugar a la aparición de ampollas, ampollas hemorrágicas y pústulas.
Se trata de una afección de presentación relativamente frecuente y su diagnóstico precoz es clave para establecer un tratamiento efectivo.
Si las bacterias causantes alcanzan las capas profundas de la piel y no se establece un tratamiento, podrían acceder al torrente sanguíneo y la infección se podría expandir por todo el cuerpo, lo que podría causar una enfermedad grave. La celulitis facial puede ser especialmente peligrosa si afecta a la piel situada en el contorno de los ojos.
Qué puede causar celulitis facial
La celulitis es el resultado de la invasión bacteriana directa a través de la barrera cutánea alterada, con compromiso variable de tejido blando. Excepcionalmente la causa es una bacteriemia cuya infección de origen está situada en otro lugar, sobre todo en pacientes inmunosuprimidos.
La celulitis suele estar causada por bacterias. Las más habituales son Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus. Con menos frecuencia, también pueden producir calulitis especies como Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Escherichia coli, Legionella, Pseudomonas aeruginosa e Hidrophila, Erysipelothrix rhusiopathiaea y enterobacterias como faecalis, faecium y durans.
Estos microorganismos producen diferentes toxinas tales como la estreptocinasa, lo que puede generar una marcada reacción inflamatoria.
Existe una especial predisposición a la celulitis facial en ancianos, niños pequeños, personas debilitadas inmunológicamente, personas que padecen diabetes mellitus y pacientes con problemas en el sistema linfático.
Tipos de celulitis facial
Según su localización, origen y características se pueden clasificar diversos tipos de celulitis facial.
Celulitis orbitaria
Afecta las partes blandas anteriores al septum ocular y se caracterizan por edema e inflamación de los párpados, sin verse afectada la agudeza visual. Es más frecuente en los niños menores de 5 años.
Celulitis odontógena
La celulitis facial odontógena es una infección causada por bacterias de origen bucal y que se puede presentar en forma de inflamación subcutánea en diferentes partes de la zona de la cara.
Síntomas de la celulitis facial
Los síntomas que aparecen en la celulitis facial bacteriana incluyen enrojecimiento, hinchazón, calor y llagas en la zona de la piel afectada. Las zonas enrojecidas se presentan con bordes mal definidos y son frecuentes las adenopatías regionales, linfangitis y síntomas generales como fiebre, escalofríos, dolor y malestar general.
El diagnóstico debe basarse en los síntomas, pero también puede ser útil el estudio microbiológico.
Para el diagnóstico, en las celulitis periorbitarias y orbitarias es importante realizar una valoración conjunta con un oftalmólogo o un especialista en otorrinolaringología, según el caso. De igual modo, en la celulitis odontógena es importante la valoración por el odontólogo.
Las pruebas para establecer el diagnóstico pueden incluir:
- Proteína C reactiva.
- Cultivo de secreciones conjuntivales o nasales y de secreciones obtenidas por drenaje quirúrgico.
- Radiología de senos paranasales.
- Ecografía periocular.
- TAC o RMN.
Tratamiento de la celulitis facial
Dado que la celulitis facial está producida por bacterias, el tratamiento consiste en la prescripción de antibióticos sistémicos, principalmente por vía oral. Algunos especialistas recomiendan el uso de penicilina como tratamiento estándar, asumiendo que el principal agente patógeno sea el Streptococcus.
Con el tratamiento antibiótico, los patógenos mueren rápidamente, liberando toxinas y enzimas que serían responsables de un aparente empeoramiento clínico inicial, con la aparición de mayor inflamación cutánea y fiebre. Sin embargo, no debe confundirse con el fallo del tratamiento. Se suele observar mejoría clínica con una progresiva desaparición de los síntomas al cabo de uno o dos días de tratamiento, que será necesario completar hasta los 10-14 días.
También podrían incluir se en el tratamiento los antiinflamatorios no esteroideos y los corticoides, dependiendo de la gravedad e intensidad de la infección.
Tras la fase de tratamiento farmacológico, se puede proceder a tratar la dolencia que ha generado la celulitis. Por ejemplo, si se trata de una infección odontógena como una caries, se valorará un tratamiento de endodoncia o la extracción de la pieza dental afectada, ya que al llegar a estos extremos el diente suele estar muy afectado.
Como prevención, se recomienda una adecuada higiene e hidratación de la piel con cremas hidratantes. En caso de heridas o arañazos, es necesario lavar abundantemente con agua y jabón y secar bien. También se puede valorar aplicar alguna solución desinfectante, como la clorhexidina.
Entre las complicaciones de la celulitis cabe citar los abscesos subcutáneos, bacteriemia, artritis séptica, endocarditis, tromboflebitis y fascitis necrotizante.
Ante cualquier síntoma de la piel que exceda lo convencional, siempre es recomendable consultar con el Dermatólogo.
Fuentes
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29 de septiembre, Día Mundial del Corazón
El 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón. Esta conmemoración cobra una gran relevancia ya que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo y en España. Además, una gran proporción de estas muertes podrían evitarse con medidas preventivas sencillas como una alimentación más saludable, ejercicio físico regular y evitando el consumo de tabaco.
Enfermedad y mortalidad cardiovascular
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que aproximadamente 18 millones de personas mueren cada año debido a enfermedades cardiovasculares, lo que representa alrededor de un tercio de todas las muertes a nivel global. Principalmente estas se producen por infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Además, se estima que esta cifra seguirá aumentando hasta los 23 millones en el año 2030.
En España, unas 120.000 personas fallecen al año por patologías cardiovasculares, lo que supone una de cada cuatro muertes.
Existen muchas afecciones cardiovasculares, siendo las más frecuentes:
- Ataque al corazón o infarto de miocardio. Se caracteriza por el estrechamiento de los vasos sanguíneos encargados de llevar sangre al corazón.
- Enfermedades cerebrovasculares. Están causadas por un sangrado intracerebral o por un coágulo de sangre depositado en el cerebro.
- Hipertensión arterial. Es la presión alta de la sangre dentro de las arterias y constituye uno de los mayores factores de riesgo para padecer un infarto de miocardio o ictus.
- Angina de pecho. Es un tipo de dolor de pecho provocado por la reducción del flujo sanguíneo al corazón.
- Es la alteración del ritmo en el latido cardiaco.
- Insuficiencia cardiaca. Tiene lugar cuando el corazón no es capaz de bombear la sangre suficiente para cubrir las necesidades del organismo.
Factores de riesgo cardiovascular
Los factores de riesgo son las características biológicas o conductuales que determinan una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad en el futuro. Algunos factores pueden ser modificados y controlados, mientras que otros no.
Dentro de los factores de riesgo cardiovasculares no modificables se encuentran:
- La edad.
- El género.
- Factores hereditarios.
Los factores de riesgo cardiovascular modificables incluyen:
- El tabaquismo.
- El colesterol sanguíneo elevado.
- La diabetes mellitus.
- La obesidad.
- Hipertensión arterial.
- El sedentarismo.
- El estrés.
El control de los factores de riesgo modificables es un componente clave de la prevención de las enfermedades cardiovasculares y los cuidados del corazón. Esto incluye, especialmente, el control de la tensión arterial, de la glucosa en sangre y de los niveles elevados de colesterol.
La hipertensión arterial es un importante factor de riesgo cardiovascular. El control de la presión sanguínea a través de cambios en el estilo de vida, la dieta y, en su caso, de medicamentos puede reducir significativamente el riesgo.
Las personas que padecen diabetes mellitus también presentan un mayor riesgo de padecer patologías y eventos cardiovasculares. Mantener controlados los niveles de glucosa en la sangre puede ayudar a reducir el riesgo. Esto se puede lograr por medio de una alimentación saludable, actividad física regular y, cuando el médico lo considere, fármacos hipoglucemiantes o insulina.
Finalmente, el colesterol elevado en sangre ocasiona el acúmulo de grasa en las paredes de las arterias, reduciendo su calibre y aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los cambios en la dieta, el ejercicio y los medicamentos pueden ayudar a controlar el colesterol.
Objetivo: cuidar el corazón
El Día Mundial del Corazón debe servir para concienciar a la población de que la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares se puede prevenir hasta en el 80% de los casos, por medio de hábitos de vida saludables que ayuden a controlar los principales factores de riesgo cardiovascular.
Dieta
Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y semillas, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
La dieta mediterránea, un patrón alimentario que cumple con estos requisitos, ha demostrado ser particularmente beneficiosa.
Grasas y sal
Un exceso de grasa y calorías en la dieta puede contribuir a la aparición de sobrepeso y obesidad, aumentando el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes. Además, es muy importante la calidad de la grasa. Las grasas saturadas aumentan el colesterol sanguíneo, lo que supone un aumento del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. De este modo, se recomienda un aumento en el consumo de ácidos grasos insaturados de tipo omega-3 presentes en el pescado, y monoinsaturado como el del aceite de oliva, beneficiosos a nivel cardiovascular.
Además, los ácidos grasos trans, presentes en alimentos industriales como bollería, precocinados, etc., son los que más aumentan el colesterol en sangre, por lo que se debe evitar su consumo.
Por otro lado, un exceso de sal en la dieta puede provocar hipertensión arterial, que es a su vez un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, se debe limitar la ingesta de sal. La mayor parte de la sal que ingerimos está presente en los alimentos procesados. Alimentos como los precocinados, las salsas y los snacks suelen tener una cantidad elevada de sal. Esta puede constituir hasta el 80 % de la sal total de nuestra dieta. Las recomendaciones señalan un límite de 5 g de sal al día, más o menos la mitad de lo que consumimos de media.
Actividad física
La actividad física regular, incluyendo caminar, correr, nadar o ir en bicicleta, puede ayudar a mantener un peso saludable, reducir la presión arterial y mejorar el perfil lipídico y la glucemia. Además, previene la aparición de estrés.
Hábitos saludables para el corazón
Limitar el consumo de bebidas alcohólicas, de refrescos (con azúcar o con edulcorantes) y de tabaco es sumamente beneficioso para el corazón.
De igual modo, vivir en lugares contaminados aumenta el riesgo de problemas respiratorios y de infartos, cardiopatía isquémica e ictus.
Finalmente, el estrés y la depresión también son factores de riesgo cardiovasculares. Se ha comprobado que el estrés aumenta las posibilidades de sufrir un infarto de corazón, una angina de pecho o una crisis hipertensiva.
Se debe fomentar una actitud positiva ante la vida, trabajar el control de las emociones y realizar ejercicios de relajación, además de mantener una vida social activa.
Prevención secundaria
En personas que ya han padecido un evento cardiovascular, como un infarto o un accidente cerebrovascular, la prevención secundaria es crucial. Esto incluye tener en cuenta el control de los factores de riesgo mencionados anteriormente, así como la adherencia a los tratamientos prescritos, incluyendo los fármacos antiagregantes, los hipocolesterolemiantes y los medicamentos para la presión arterial.
El día del corazón debemos concienciarnos que cuidar el órgano más importante del sistema cardiovascular es sencillo a través de un estilo de vida saludable, el control de los factores de riesgo y, en el caso de que ya exista una patología, el seguimiento del tratamiento.
Fuentes
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Volver de vacaciones sin volverse loco
Las vacaciones son momentos de descanso y relajación que nos permiten desconectar de las rutinas diarias, revitalizarnos y disfrutar de nuevas experiencias. Sin embargo, regresar de vacaciones puede resultar problemático para muchos, ya que implica volver a la realidad, retomar responsabilidades y adaptarse nuevamente a la rutina. Existen ciertas actuaciones que pueden contribuir a una transición posvacacional menos traumática, potenciando el bienestar psicológico.
Vuelta de vacaciones y síndrome posvacacional
El popular síndrome posvacacional viene dado por la falta de adaptación a las actividades cotidianas tras finalizar el periodo de vacaciones, sobre todo si esas actividades no nos resultan del todo satisfactorias. De este modo, pueden aparecer una serie de síntomas físicos y psicológicos.
Síntomas físicos y psíquicos
La cantidad de síntomas que pueden aparecer tras la vuelta de las vacaciones es amplia. Entre los factores físicos que pueden hacer presencia destacan:
- Falta o exceso de apetito.
- Problemas de concentración.
- Dolores musculares.
- Molestias gastrointestinales.
- Sensación de falta de aire.
A nivel psicológico se pueden dar:
- Falta de interés.
- Nerviosismo e inquietud.
- Tristeza y decaimiento.
- Estrés.
En condiciones normales se trata de síntomas transitorios que desaparecen en unos cuantos días. De no ser así, es aconsejable consultar con el médico o psicólogo.
Consejos para una vuelta de vacaciones positiva
En primer lugar, es necesario no contemplar al periodo vacacional como una etapa contrapuesta al periodo de trabajo, sino que constituye una fase más dentro del año caracterizada por el descanso. Las vacaciones constituyen un aspecto positivo para el trabajo, del mismo modo que lo hacen los días libres por ser festivos o los fines de semana.
A continuación, citamos algunos consejos que te pueden ser útiles para sobrellevar mejor la vuelta de las vacaciones:
Establece una transición gradual
No es una buena idea pasar directamente de la relajación total a un horario de trabajo completo. Al igual que ocurre con el inicio de las vacaciones, regresar al trabajo requiere de cierto entrenamiento.
La vuelta a la rutina de forma abrupta puede generar más estrés. Por ello, es recomendable llevar a cabo una transición gradual, planificando un período de adaptación en el que se dedique tiempo a reorganizar la agenda y ajustarse a los horarios habituales. Por ejemplo, con un acercamiento paulatino al horario laboral, siguiendo el mismo horario de comidas o manteniendo el contacto con los compañeros de trabajo.
Las investigaciones han demostrado que una transición gradual facilita la adaptación psicológica y disminuye el estrés.
Establece unos hábitos y rutinas saludables
Durante las vacaciones, es común relajarse en términos de alimentación y ejercicio físico. A medida que regresas a tu rutina, es importante cuidar de tu bienestar físico. Establece una rutina de actividad física regular y una alimentación equilibrada. De este modo nos aseguraremos de tener un buen nivel de energía para la vuelta al trabajo.
Existe una sólida evidencia que respalda el ejercicio y la dieta saludable como herramientas para mejorar la salud, el estado de ánimo y el bienestar general.
Recobra un horario regular de sueño
Tras las vacaciones, donde los horarios se difuminan y las horas de sueño pasan a un segundo plano, retomar un horario regular y suficiente de sueño es crucial para un mejor bienestar y readaptación a la nueva rutina. De igual modo, un horario de sueño irregular puede aumentar los niveles de estrés. El calor y la elevada humedad durante la noche también puede dificultar el descanso, por eso es recomendable el uso de ventiladores, abanicos o difusores de agua. A veces una ducha antes de irse a la cama ayuda a tener un sueño reparador para volver al trabajo con energía.
Las evidencias señalan que el mantenimiento de un horario de sueño regular y un descanso de calidad tiene repercusiones muy positivas en el estado de ánimo, el bienestar general y la salud física y emocional.
Dedica tiempo para el autocuidado
Que hayan terminado las vacaciones no significa que debamos olvidarnos de lo que nos sienta bien y de cómo nos sentimos. El autocuidado, entendido como dar respuesta a tus necesidades y hacer lo que te sienta bien, es esencial para mantener el equilibrio emocional. Las actividades de autocuidado pueden contribuir a reducir el estrés, mejorar el bienestar emocional y ayudar a que te adaptes a la nueva etapa. Darse algún capricho, del tipo que sea, durante la primera semana de vuelta al trabajo ayudará a que lo hagamos de mejor humor.
Mantén una actitud positiva
La actitud puede tener un impacto significativo en cómo experimentamos el estrés. Mantener una actitud positiva, relativizando las cuestiones negativas de la nueva etapa, puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el grado de aceptación y la adaptación.
Aunque pueda parecer lo más simple, en el fondo es algo difícil de lograr. Por eso, rodearse de familiares o amistades que nos ayuden a mejor nuestra actitud puede convertirse en el apoyo suficiente para no añorar tanto las vacaciones.
Revive los buenos recuerdos
Aprovecha la energía positiva generada durante las vacaciones y recuerda los momentos agradables y las experiencias emocionalmente positivas vividas durante ese período. Haz fotos o videos durante tus vacaciones para después poder recrearte en esos recuerdos de una forma más vívida. La literatura científica destaca que evocar recuerdos positivos puede contribuir a mantener altos niveles de bienestar y reducir los sentimientos de tristeza asociados a la finalización de las vacaciones.
Establece metas y planifica actividades
El establecimiento de metas y la planificación de actividades gratificantes en el periodo posterior a las vacaciones pueden ayudar a mantener una sensación de propósito y motivación. Establece pequeñas metas alcanzables y planifica actividades placenteras para contribuir a una sensación de satisfacción personal. Estas pueden o no estar relacionadas con el ámbito laboral, cualquier meta por pequeña que sea tendrá su efecto.
La meditación también puede ayudar
La práctica de meditación o mindfulness puede ser beneficiosa para manejar el estrés posvacacional y cultivar una actitud más consciente hacia la transición. Las investigaciones señalan que la práctica regular de mindfulness reduce la ansiedad y mejora el bienestar emocional. Incorporar técnicas de mindfulness, como la meditación o la respiración consciente, puede ayudarte a mantener la calma y la claridad mental durante la vuelta de las vacaciones.
En resumen, la transición de las vacaciones a la rutina diaria puede ser un periodo problemático, pero con un poco de planificación y cuidado personal, puedes aprovechar al máximo este periodo de adaptación y comenzar con buen pie. La vida está llena de cambios y transiciones, aprender a sobrellevarlos de forma positiva te ayudará a crecer como persona.
Fuentes
- Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Consejos para el síndrome posvacacional. Consultado: 20/07/2023.
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Revisado
Identidad y discordancia de género en la infancia y la adolescencia
En los últimos tiempos, la identidad de género y algunos de sus problemas derivados están teniendo un gran eco social y mediático. Se trata de un tema controvertido en el que en muchos casos se intenta dar una respuesta genérica y simplificada a un problema que es complejo y diverso. El enfoque médico de la discordancia de género incluye posibles tratamientos de supresión puberal, tratamiento hormonal y cirugía para la asignación de género.
Transición de género: nomenclaturas y definiciones
En primer lugar, es importante entender que el género es una construcción social y cultural, y no simplemente una cuestión biológica. En este sentido, la identidad de género hace referencia a cómo una persona se identifica y se siente en términos de género, en relación con los estereotipos culturales imperantes.
La discordancia o incongruencia de género (IG) hace referencia a la discrepancia entre el género de nacimiento (basado en características biológicas como los genitales, es decir, el sexo) y la identidad de género que una persona experimenta y con la que se identifica. En otras palabras, una persona experimenta incongruencia de género cuando su identidad de género autopercibida no coincide con el género que se le asignó al nacer. Algunas personas pueden experimentar una incongruencia leve o fluctuante, mientras que otras pueden tener una incongruencia más pronunciada y estable. Es destacable que esta definición no tiene connotaciones clínicas o patológicas.
Por otro lado, el término disforia de género (DG) hace referencia a la condición clínica caracterizada por el malestar o la angustia psicológica significativa debido a la discrepancia entre la identidad de género y el sexo biológico. Es importante destacar que no todas las personas con incongruencia de género experimentan disforia.
La DG puede manifestarse de diferentes maneras y grados en cada individuo, dependiendo también de si se presentan otro tipo de patologías médicas o psicológicas. Algunos síntomas comunes pueden incluir malestar corporal (sentirse incómodo con las características sexuales primarias o secundarias del cuerpo), angustia social (dificultades en las relaciones con los demás) y ansiedad o depresión relacionada con la identidad de género.
La DG apareció como diagnóstico psiquiátrico en la quinta edición de DSM de 2013 (Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales de la Asociación de Psiquiatría Americana). Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud desterró el término DG cuando descatalogó la transexualidad como enfermedad, para tratarla como “una condición relativa a la salud sexual” y pasó a denominarla como discordancia (incongruencia) de género en el CIE-11, la clasificación internacional de enfermedades de la OMS que fue aprobada en 2019 y empezó a ser efectiva en 2022.
Prevalencia de disforia de género
La prevalencia de DG en niños y adolescentes no ofrece datos concluyentes, pero se estima en torno al 0,6-1,7%, dependiendo de diversos factores como el grupo poblacional, la edad y el método de investigación utilizado en su estimación.
Además, se ha podido constatar en los últimos años que el número de niños y adolescentes con IG y DG que buscan ayuda médica y psicológica ha aumentado considerablemente.
No sin controversia, algunas voces señalan la importancia del impacto de la presión social y las redes sociales en el incremento de casos, ya que muchos adolescentes utilizan estas últimas, pudiendo llegar a darse un “efecto contagio” en el que algunos jóvenes podrían confundir sus síntomas con IG y DG.
En cuanto al no binarismo, las personas que no se identifican con la clasificación dicotómica de género pueden llegar a constituir cerca de un 10 % de las personas con IG.
En lo concerniente a las “causas” de la IG −en el supuesto de que estas existan−, no han podido ser identificadas hasta la fecha. Sin embargo, las investigaciones llevadas a cabo han barajado factores psicosociales y biológicos como posibles elementos relacionados con su desarrollo.
En cuanto a la contribución genética en el desarrollo de la IG, se ha podido observar en estudios con gemelos que existe una alta concordancia de IG en gemelos monocigóticos (idénticos) frente a gemelos dicigóticos.
De este modo, el papel causal de genes, hormonas, estructura cerebral y comportamiento en la IG todavía se cuestiona sin existir una evidencia clara en ninguno de ellos.
Tratamiento médico en la transición de género
En relación con el tratamiento médico en la transición de género, desde hace más de dos décadas que se viene aplicando el conocido como “protocolo holandés”, que se ha generalizado en muchos países. Cuando llegan adolescentes o preadolescentes con incongruencia de género a las Unidades de Identidad de Género del servicio de salud, se les realiza una evaluación diagnóstica.
Esta puede derivar en la administración de una medicación de supresión de la pubertad, consistente en la administración de agonistas de la hormona liberadora de gonadotrofina (GnRH).
Si deciden seguir adelante, se les prescriben hormonas de afirmación de género con algunas consecuencias irreversibles. El tratamiento hormonal consiste en la administración de esteroides sexuales sintéticos inductores del desarrollo de las características sexuales del género identificado, con un inicio que cada vez más se sitúa por debajo de los 16 años. A menor edad se da una mayor irreversibilidad en los efectos.
En individuos con IG que nacieron con caracteres sexuales masculinos se recomienda el uso de valerato de estradiol oral o 17-betaestradiol oral o transdérmico. La feminización que se produce incluye el desarrollo de los senos y la alteración de la forma del cuerpo con un aumento en las caderas y disminución de la circunferencia de la cintura.
Entre los riesgos de esta terapia se cuentan los problemas cardiovasculares (principalmente, trombosis venosa y enfermedad cerebrovascular).
Por otro lado, en individuos con IG que nacieron con caracteres sexuales femeninos, se recomienda el uso de inyecciones de ésteres de testosterona. La virilización del cuerpo que se consigue implica una voz más grave, el desarrollo muscular y el crecimiento de vello y del clítoris.
Los riesgos de esta terapia incluyen el aumento de factores cardiovasculares como hiperlipidemia y aumento de peso, síndrome de ovario poliquístico, acné y alopecia, entre otros.
Finalmente, se puede recurrir a la cirugía de asignación de género con el objetivo de lograr la apariencia y función de las características sexuales experimentadas y la apariencia genital lo más “natural/similar” posible. No todas las personas transgénero o con IG desean o requieren de intervenciones quirúrgicas para cambiar sus características sexuales.
Resultado a largo plazo de la intervención médica temprana
A pesar de que la experiencia en el manejo del tratamiento médico −incluyendo los tratamientos hormonales y quirúrgicos− es cada vez más extensa, no se dispone de estudios con resultados a largo plazo, por lo que la evidencia científica es poco sólida y relativamente escasa.
Sin embargo, sí se han podido mostrar los beneficios del tratamiento de afirmación de género sobre la salud psicológica de las personas trans. Además, la gran mayoría de adolescentes trans que comienzan un tratamiento hormonal tras someterse a una evaluación diagnóstica exhaustiva no lo abandonan. De este modo, la continuidad de este tipo de medicación en menores de edad es muy alta (puede llegar al 98%) entre 3 y 6 años después de iniciarse el tratamiento.
En el caso de la cirugía, un año después el funcionamiento psicológico mejora mayoritariamente y el bienestar es comparable o mejor que los adultos jóvenes de la misma edad de la población general.
En cualquier caso, y dejando a un lado los resultados positivos del tratamiento médico para la reasignación de género, parece necesario un cambio en el paradigma social en cuanto a la cultura relacionada con los estereotipos de género que plantee otras posibles soluciones más allá de las puramente médicas.
Referencias
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Cómo tener una vida sexual saludable
Una vida sexual saludable es un componente esencial de la salud y el bienestar general de las personas. La sexualidad es una parte natural y normal de la vida y es importante abordarla de manera libre, informada y consciente.
Qué es una vida sexual saludable
La salud sexual se puede definir de muchas maneras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad; no es simplemente la ausencia de enfermedades, disfunciones o dolencias. La salud sexual requiere un abordaje positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia. Para alcanzar y mantener la salud sexual, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y cumplidos”.
De igual modo, la sexualidad se puede definir como un aspecto central del ser humano, abarcando a lo largo de la vida el sexo, las identidades y roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La sexualidad se experimenta y expresa en pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad está influenciada por la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales. Por eso, la sexualidad de las personas depende mucho de su entorno y contexto vital.
Otro concepto a tener en cuenta es el de los derechos sexuales. Estos determinan la aplicación de los derechos humanos a la sexualidad y a la salud sexual. Los derechos sexuales protegen los derechos de todas las personas a realizar y expresar su sexualidad y disfrutar de la salud sexual y reproductiva, con el debido respeto por los derechos de los demás, en un marco legal de protección contra la discriminación. El derecho sexual de uno mismo implica tener en cuenta el derecho sexual de los demás.
Finalmente, el placer sexual puede ser concebido como la satisfacción y el disfrute físico y psicológico derivado de experiencias eróticas solitarias o compartidas, incluidos los pensamientos, los sueños y el autoerotismo. La autodeterminación, el consentimiento, la seguridad, la privacidad, la confianza y la capacidad de comunicarse y establecer relaciones sexuales con otros son factores clave que permiten que el placer contribuya a la salud y al bienestar sexuales.
El placer sexual debe ejercerse en el contexto de los derechos sexuales, en particular los derechos a la igualdad y no discriminación, la autonomía e integridad corporal. Las experiencias de placer sexual son diversas y los derechos sexuales garantizan que el placer sea una experiencia positiva para todos.
Puntos clave de una vida sexual saludable
Existen varios aspectos de la vida sexual que son relevantes para asegurar una vida y unas relaciones sexuales saludables. Los más relevantes son:
Una vida saludable
La salud sexual forma parte de la salud general. De este modo, una vida sexual saludable está estrechamente relacionada con un estilo de vida saludable. Mantén una dieta equilibrada, realiza ejercicio regularmente y duerme lo suficiente. Estos factores pueden tener un impacto positivo en tu vida sexual al mejorar la energía, la autoestima y el bienestar general. Una vida sexual sana depende de un cuerpo y mente sanos.
Educación sexual
La educación y el acceso a una información contrastada y basada en evidencias es fundamental para tener una vida sexual saludable. Lee libros, artículos científicos y documentos de fuentes fiables sobre sexualidad. Busca información sobre anatomía, fisiología sexual, anticonceptivos, prevención de enfermedades de transmisión sexual y técnicas que te puedan ayudar a mejorar el placer sexual. Consultar a profesionales del campo de la medicina y la sexología también te puede ayudar a tener una mayor y mejor información sobre el tema.
Conocimiento del propio cuerpo, autoaceptación y positividad corporal
En ocasiones, las dificultades o contratiempos a nivel sexual están relacionadas con la falta de conocimiento del propio cuerpo. El tabú de la sexualidad acompaña aún a muchas culturas e impide conocer correctamente nuestro propio cuerpo. Conocerlo y saber cuál es su funcionamiento y sus respuestas es esencial para disfrutar de él.
La aceptación de tu cuerpo y tu sexualidad puede mejorar tu autoestima, tu satisfacción sexual y la calidad de tus relaciones. Una baja autoestima y los complejos sobre el propio cuerpo pueden muchas veces impedir tener una vida sexual sana y satisfactoria.
Comunicación con la pareja
La comunicación abierta, honesta y efectiva es la base de una vida sexual saludable. Hablar abiertamente con la pareja sexual sobre tus deseos, necesidades, preocupaciones y límites es esencial para construir una relación sexual satisfactoria. La comunicación también implica escuchar y ser receptivo a las necesidades de tu pareja.
Consentimiento
El consentimiento mutuo, junto con el placer deseado, es fundamental en todas las interacciones sexuales. Ambas partes deben dar su consentimiento de forma libre y voluntaria. No se debe presionar ni obligar a nadie a participar en actividades sexuales contra su voluntad. Se debe respetar que el consentimiento pueda ser retirado en cualquier momento.
Prácticas seguras
El uso de métodos anticonceptivos de barrera como los preservativos pueden prevenir los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual (ITS). Las revisiones periódicas y las pruebas para identificar ITS son importantes para mantener una vida sexual saludable, especialmente cuando se tienen múltiples parejas sexuales.
Cuidado del bienestar psicológico y la salud mental
El bienestar psicológico, la salud mental y la salud sexual están íntimamente conectados. El estrés, la ansiedad y la depresión pueden afectar la libido y la satisfacción sexual, algo que puede resultar muy habitual en nuestras actuales sociedades de vida acelerada. Por lo tanto, cuidar de tu salud mental puede mejorar tu vida sexual.
Recuerda que cada persona es única y que no hay una solo fórmula para una vida sexual saludable y placentera. Siempre es importante escuchar tus propias necesidades y respetar tus límites y los de tu pareja. Si tienes preocupaciones o dificultades, no dudes en buscar el apoyo de un profesional de la salud sexual o un terapeuta especializado en sexología. Deja la vergüenza a un lado y disfruta de la vida conociéndote a ti mismo.
Fuentes
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Controlar lunares y manchas en la piel
La piel humana es un órgano complejo y multifuncional que puede estar sujeto a diversas alteraciones, incluyendo la aparición de lunares y manchas. Estas marcas cutáneas pueden ser de origen congénito, si bien también pueden aparecer cuando existe una importante exposición al sol u otros factores ambientales. En determinados casos, es necesaria una evaluación adecuada para descartar posibles complicaciones.
Lunares o nevus de la piel
Los lunares son acumulaciones de melanocitos a nivel de la capa basal de la epidermis. Los melanocitos son las células cutáneas que producen melanina, el pigmento protector que le da color a la piel. Todas las personas presentan un número variable de lunares, aunque estos no cumplen una función específica. Se ha relacionado un aumento en el número de lunares y una mayor incidencia de cáncer cutáneo en las personas que han sufrido quemaduras en la infancia.
Los lunares pueden presentar un tamaño variado, desde puntos apenas perceptibles hasta pigmentaciones de más de 2 cm de diámetro.
La forma de los lunares también es diversa, encontrándose algunos planos, abultados, lisos, rugosos, etc. El color puede ser de color carne, rojo, diferentes tonalidades de marrón, gris azulado y negro.
El número y la forma de los lunares se relacionan con el riesgo de sufrir un melanoma. También son factores relevantes el tipo de piel, la predisposición genética y la exposición al sol, entre otros factores.
Es importante seguir la evolución que pueden experimentar los lunares y manchas de la piel, ya que una peca maligna puede evolucionar hacia la expansión con metástasis si no se diagnostica a tiempo.
La clasificación clínica y el uso de herramientas de imagen, como la dermatoscopia, son fundamentales para una evaluación precisa.
Lunares y melanoma
La mayoría de los lunares son benignos, pero algunos pueden presentar características atípicas que requieren una evaluación más exhaustiva para descartar la posibilidad de malignidad, es decir de melanoma. Se trata del tipo de cáncer de piel más peligroso que en sus inicios puede parecer un simple lunar.
En nuestro país son diagnosticados más de 6.000 casos de melanoma cada año, según la Sociedad Española de Oncología Médica. Se trata de uno de los tumores que más está aumentando debido a los hábitos de exposición solar y a un mayor diagnóstico. El melanoma puede aparecer a cualquier edad y es algo más frecuente en mujeres.
En cuanto a la relación entre lunares y cáncer, los lunares no son en sí peligrosos, si bien pueden aumentar el riesgo de padecer melanoma en personas que tienen muchos lunares adquiridos. Solo una cuarta parte de los melanomas surgen de un lunar ya existente, por lo que la gran mayoría aparecen sobre piel normal.
Las personas que presentan lunares de nacimiento de gran tamaño y las que tienen antecedentes familiares de melanoma también presentan un riesgo mayor.
Otros factores que incrementan el riesgo de melanoma son tener la piel y los ojos claros, haberse quemado con el sol de forma frecuente en la infancia y la juventud, y tener lunares atípicos.
Cuándo consultar al dermatólogo
Las personas con mayor riesgo deben observar periódicamente los cambios que puedan producirse en los lunares y acudir periódicamente al dermatólogo.
La técnica del ABCDE puede ser útil para saber si debemos realizar una consulta médica, cuando el lunar presenta (A) asimetría, (B) borde irregular, (C) color cambiante, (D) diámetro de más de medio centímetro y (E) evoluciona.
Otras señales que deberían propiciar la consulta con el dermatólogo incluyen el sangrado de un lunar con picor o dolor, la aparición de un halo rojizo en el lunar o su endurecimiento y descamación, o si se inflaman los ganglios de una zona cercana al lunar.
Tipos de manchas en la piel
Además de los lunares, en la piel pueden aparecer manchas debido a una amplia variedad de afecciones y situaciones. Además de la exposición solar, otras causas que pueden provocar la aparición de manchas en la piel incluyen procesos inflamatorios, tratamiento con algunos medicamentos como sulfamidas y tetraciclinas, y el contacto con algunos cosméticos.
Estas alteraciones pueden ser el resultado de cambios en la producción y distribución de melanina, la exposición solar, el envejecimiento cutáneo, factores hormonales y una predisposición genética.
Es esencial realizar un diagnóstico diferencial adecuado mediante la observación clínica y, en algunos casos, la biopsia cutánea para descartar condiciones graves.
Manchas por exposición al sol
La producción de melanina en la piel se relaciona con la exposición a la luz solar. Estas determinan la posible aparición de manchas por hiperpigmentación.
Las principales manchas de la piel causadas por el sol incluyen:
- El lentigo senil o actínico. Se trata de una respuesta de la piel a la radiación ultravioleta. Suele afectar a zonas expuestas normalmente a la luz del sol como cara, cuello, escote y brazos. Aparecen habitualmente a partir de los 50 años, relacionadas con un historial de exposición solar y quemaduras.
- El melasma. Son manchas marrones irregulares que aparecen en mujeres a partir de los 20 años, especialmente durante el embarazo o con la toma de anticonceptivos orales. Suelen afectar a la cara, cuello y antebrazos, especialmente durante el verano por la mayor exposición solar. El estrés también puede ocasionar cambios hormonales que provoquen la aparición de melasma.
- El melanoma. Es el cáncer de piel más peligroso y aparece como una mancha de distintos tonos que varía y evoluciona con el tiempo.
Cómo eliminar las manchas del sol
Existen diferentes técnicas médicas para reducir las manchas de la piel por hiperpigmentación. En primer lugar, se pueden minimizar las manchas gracias a la aplicación de cremas despigmentantes. Estas pueden contener diferentes agentes, como la hidroquinona, el ácido azelaico, los alfa-hidroxiácidos, los retinoides, el resorcinol, el ácido tranexámico, los corticosteroides tópicos, los antioxidantes tópicos y orales y las sustancias naturales con efecto despigmentante como los derivados del regaliz.
También se pueden aplicar tratamientos con láser, luz pulsada y la microdermoabrasión. Otros tratamientos como los peelings químicos y la terapia lumínica de baja intensidad son modalidades adicionales que han mostrado ser útiles como terapias coadyuvantes del tratamiento tópico.
Manchas blancas de la piel
Otro tipo de manchas relacionadas con la pigmentación de la piel es el de las manchas blancas. Frente al exceso de melanina que aparece en manchas como el melasma, también pueden producirse defectos de pigmentación.
Las manchas blancas de la piel pueden aparecer a cualquier edad, siendo más visibles en personas de piel oscura. En algunos casos, pueden responder a patologías y afecciones de la piel, suponiendo además un problema a nivel estético.
Las manchas blancas pueden estar causadas por lesiones producidas por tratamientos o traumatismos de la piel y por afecciones cutáneas como el vitíligo, la psoriasis, la dermatitis atópica e infecciones por hongos. Con el envejecimiento de la piel también pueden aparecer manchas blancas por agotamiento de la capacidad de producir melanina.
Eliminar las manchas blancas cutáneas
Cuando las manchas se deben a una infección, el tratamiento contemplará medicamentos que eliminen al microorganismo causante de las manchas.
En el caso de afecciones que cursen con despigmentación de la piel como el vitíligo, se pueden emplear fotosensibilizantes que ayuden a estimular la producción de melanina en las zonas deficitarias.
En el caso de las manchas blancas por pérdida de la capacidad de la producción de melanina pueden indicarse tratamientos con antioxidantes por vía oral para intentar frenar la aparición de nuevas manchas.
Evaluación y manejo de lunares y manchas de la piel
El abordaje de los lunares y las manchas de la piel implica una evaluación clínica completa, teniendo en cuenta la historia del paciente, los factores de riesgo y los hallazgos dermatoscópicos. Para los lunares atípicos, se pueden aplicar reglas clínicas y algoritmos de diagnóstico para determinar la necesidad de realizar una biopsia o seguimiento estrecho. En cuanto a las manchas de la piel, el manejo puede incluir el uso de agentes despigmentantes, el láser y otros tratamientos específicos según el diagnóstico establecido.
Además, los cuidados y la prevención de afecciones de la piel deben contemplar elementos como la fotoprotección de forma habitual, limitando el tiempo de exposición al sol y usando los protectores solares adecuados. Así mismo, es importante una alimentación saludable, incluyendo una ingesta suficiente de vitaminas y antioxidantes (carotenos, polifenoles, vitamina C y E, etc.), así como de vitamina D. Finalmente, se deben contemplar unos cuidados mínimos de la piel, incluyendo una correcta higiene, hidratación y protección.
Ante cualquier signo o lesión de la piel siempre es recomendable consultar con el Dermatólogo.
Fuentes
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Importancia del hierro en el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer experimenta cambios significativos para proporcionar un ambiente óptimo para el desarrollo y crecimiento del feto. Uno de los nutrientes que desempeña un papel crucial durante esta etapa es el hierro. Se trata de un mineral indispensable para la formación de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en el organismo. Con el embarazo la demanda de hierro aumenta, por lo que la dieta de la mujer embarazada debe contener un aporte adecuado para asegurar su propia salud y la del feto en gestación.
Importancia del hierro en el embarazo
El hierro es uno de los nutrientes importantes durante el embarazo, ya que en esta etapa aumenta el volumen de glóbulos rojos y, en consecuencia, los requerimientos de este mineral. Existe un riesgo elevado de anemia ferropénica por la mayor demanda que se produce. De este modo, los niveles de hierro del feto dependen del suministro materno, siendo un elemento esencial para el desarrollo de los órganos en formación.
Una ingesta adecuada de hierro durante el embarazo es crucial para prevenir su carencia. La cantidad recomendada de hierro para mujeres embarazadas se aproxima a los 30 miligramos al día. Principalmente, se puede obtener hierro de fuentes alimentarias como carnes rojas, aves, pescado, legumbres, espinacas y semillas como la quinoa y la chía.
Anemia y embarazo
La deficiencia de hierro es una de las deficiencias nutricionales más comunes en el embarazo y puede tener consecuencias negativas tanto para la madre como para el bebé.
La anemia ferropénica es muy frecuente en las mujeres embarazadas, especialmente en el segundo y tercer trimestre de la gestación y también después del parto. Las estimaciones señalan que el déficit de hierro durante el embarazo puede afectar a una de cada cinco embarazadas, pudiendo llegar a una de cada tres durante el tercer trimestre de gestación.
Por otro lado, la principal causa de anemia en embarazadas en España es el déficit de hierro, llegando a alcanzar el 90% de los casos. De este modo, muchas gestantes necesitarán suplementos de hierro, aunque una alimentación adecuada podría prevenir la anemia por deficiencia de hierro en el transcurso de la gestación.
Se debe asegurar el aporte de 30 mg de hierro al día durante el embarazo en las gestaciones únicas y 60 mg diarios en las gestaciones múltiples. Durante la lactancia el aporte total debe ser de 15 mg/día.
Además de la dieta, se recomiendan suplementos de hierro oral a dosis bajas a partir de los cinco meses de gestación en las mujeres en las que existen unas reservas inadecuadas de hierro. Sin embargo, la suplementación con hierro en mujeres sanas que presentan una alimentación adecuada y con unos niveles normales del hierro no es necesaria y puede no ser inocua, aconsejándose en todo caso unos suplementos ajustados a las necesidades individuales.
La anemia por deficiencia de hierro durante la gestación puede tener consecuencias negativas para la salud de madres e hijos. En las formas más graves se pueden producir consecuencias negativas para la gestación, existiendo un mayor riesgo de aborto y de parto pretérmino, bajo peso al nacer (con un aumento de la mortalidad perinatal), así como un incremento del riesgo de infecciones puerperales por una afectación de la función inmunológica.
Además, la deficiencia de hierro y la anemia durante la gestación se verán agravadas tras el parto, debido a las pérdidas de sangre que se producen. De este modo, la anemia posparto puede afectar a la mitad de las mujeres dentro de las 48 horas posteriores al alumbramiento. Para poder prevenir estas situaciones, las gestantes deberían llegar al último trimestre del embarazo con las reservas de hierro en óptimas condiciones, es decir, con unos niveles de hemoglobina mayor o igual a 11 mg por dl de sangre.
Otro de los efectos de la deficiencia de hierro es la interacción negativa entre la madre y el niño. De este modo, los niños nacidos de madres con deficiencia de hierro tienen un menor desarrollo en las funciones cerebrales, abarcando al ámbito cognitivo, motor, emocional y neurofisiológico.
Una vez analizados los resultados analíticos por parte del ginecólogo, este podrá recomendar la necesidad de suplementos de hierro y de las vitaminas implicadas en el metabolismo del hierro, como la vitamina B9 (ácido fólico) y B12.
Síntoma de hierro bajo
Los síntomas de unos niveles bajos de hierro que no llegan a niveles de anemia son inespecíficos. En todo caso, la disminución de las reservas corporales de hierro puede dar lugar a la aparición de fatiga.
Por el contrario, cuando se desarrolla anemia por deficiencia de hierro (anemia ferropénica), los síntomas suelen ser más específicos y pueden aumentar con la severidad de la anemia.
En cualquier caso, los síntomas de la anemia en los casos más leves pueden pasar inadvertidos dentro de los síntomas generales que se experimentan por el propio embarazo. De este modo, una mujer embarazada con niveles bajos de hierro puede presentar cansancio, palidez, mareos, disminución de la capacidad cognitiva, síntomas depresivos y mayor riesgo de infecciones. En casos más severos, pueden aparecer palpitaciones, dificultad para respirar y dolor en el pecho.
Dieta para el embarazo: alimentos ricos en hierro
Una dieta adecuada para el embarazo debe incluir alimentos ricos en hierro, como carnes rojas magras, carne de ave, pescado y moluscos. Además, las opciones vegetales comprenden sobre todo las legumbres y verduras como espinacas y acelgas, frutos secos y semillas.
El hierro que proviene de los productos de origen animal (hierro hemo) se absorbe mejor que el de origen vegetal. Para aumentar la absorción de hierro de las fuentes vegetales y de los suplementos es recomendable consumirlos junto con alimentos ricos en vitamina C (cítricos, frutos rojos y kiwis, entre otros). En cambio, el calcio puede reducir la asimilación de este mineral.
Fuentes
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13 mitos y algunas certezas sobre alimentación
La alimentación es un tema de interés universal y como tal está rodeado de una amplia gama de mitos y falsas creencias. En la búsqueda de una dieta saludable es importante separar la realidad de la ficción, y no basarnos en mitos y creencias no contrastadas para consumir un alimento u otro. Es preciso que sepamos qué es cierto y qué no sobre los alimentos de nuestra dieta.
Somos lo que comemos, es una frase que has oído muchas veces y con la que seguramente estarás de acuerdo. Pero si no sabes lo que estás comiendo, difícilmente podrás saber de qué estás hecho. Existen innumerables mitos alimentarios que condicionan nuestra dieta diaria, ya sea porque les atribuyen cualidades positivas a los alimentos que no las tienen o, al contrario, les achacan defectos que no poseen. He aquí la realidad de algunos de estos mitos respaldada por la evidencia científica.
Mito 1. Las dietas de moda son la clave para la pérdida de peso efectiva
La pérdida de peso efectiva y sostenible se basa en principios fundamentales como el equilibrio energético. Consumir menos calorías de las que se queman a lo largo del día es esencial para perder peso. Si bien las dietas de moda pueden generar resultados rápidos a corto plazo, no suelen ser sostenibles en el tiempo. En cambio, una alimentación equilibrada y variada, combinada con actividad física regular, es la estrategia más efectiva para mantener un peso saludable.
Mito 2. Saltarse comidas ayuda a perder peso
Saltarse comidas puede parecer una forma rápida de reducir la ingesta de calorías, pero esta práctica no es recomendable. El cuerpo necesita un suministro constante de nutrientes para funcionar correctamente. Saltarse comidas sin planificar puede llevar a desequilibrios nutricionales, antojos excesivos y una disminución del metabolismo. Es mejor optar por comidas regulares y equilibradas a lo largo del día, lo que ayudará a mantener los niveles de energía estables y promover una pérdida de peso saludable.
Sin embargo, sí es cierto que en algunos casos el ayuno intermitente (que puede ser equivalente a saltarse alguna comida como el desayuno o la cena) puede ser positivo para mejorar algunos parámetros de salud y perder peso.
Mito 3. Los alimentos light se pueden tomar de forma ilimitada
Los alimentos light han sido reducidos en su contenido calórico con respecto al alimento original, por medio de la disminución en el contenido de algunos nutrientes, habitualmente, grasa. Eso no quiere decir que se puedan consumir sin límite o en cantidades exageradas.
Mito 4. Todos los carbohidratos son malos y deben evitarse
Los carbohidratos son una fuente importante de energía y deben formar parte de una alimentación equilibrada. Los carbohidratos complejos, como los que se encuentran en los cereales integrales, las legumbres, las verduras y las frutas, se acompañan de fibra y de nutrientes esenciales. Estos carbohidratos tienen un impacto menor en los niveles de glucosa en sangre y proporcionan energía de forma sostenida. Por otro lado, los carbohidratos refinados, como los presentes en alimentos procesados y los azúcares añadidos, deben consumirse con moderación debido a su bajo contenido nutricional y su potencial para provocar fluctuaciones en los niveles de glucosa en la sangre.
Mito 5. La miel es mejor que el azúcar y el azúcar moreno mejor que el blanco
La miel es un alimento al que se le atribuyen cualidades que no posee. Está básicamente compuesto de azúcares con pequeñas cantidades de micronutrientes. Contiene una pequeña porción de agua, por lo que su aporte calórico es ligeramente inferior al del azúcar, si bien su poder edulcorante también es menor, por lo que deberemos utilizar mayor cantidad para alcanzar el mismo nivel de dulzor. En cuanto al azúcar moreno, es muy similar al blanco, pero con una pequeña porción de fibra.
Mito 6. Las grasas deben eliminarse de la dieta para que esta sea saludable
Las grasas desempeñan un papel importante en el organismo. Son una fuente concentrada de energía y participan en la absorción de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K). Sin embargo, no todas las grasas son iguales. Se recomienda limitar el consumo de grasas saturadas y grasas trans, presentes en alimentos procesados y frituras, ya que se ha demostrado que aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, las grasas saludables, como las presentes en el aceite de oliva, los frutos secos, el pescado y los aguacates, son beneficiosas para la salud. Estas grasas insaturadas ayudan a reducir el colesterol LDL (malo) y promueven la salud cardiovascular. Es importante incluir fuentes saludables de grasas en la dieta de forma moderada.
Mito 7. Las dietas sin gluten son mejores para todos
Las dietas sin gluten son esenciales para las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten. Sin embargo, para aquellos que no tienen ninguna de estas condiciones, no hay beneficios adicionales al eliminar el gluten de la dieta. De hecho, evitar alimentos que contienen gluten sin una indicación médica puede llevar a deficiencias nutricionales, ya que muchos alimentos sin gluten son bajos en fibra y otros nutrientes. Es importante basar las decisiones dietéticas en las necesidades individuales y consultar a un profesional de la salud si se sospecha de alguna intolerancia o alergia.
Mito 8. Los suplementos nutricionales son necesarios para una buena salud
En la mayoría de los casos, una alimentación equilibrada y variada proporciona todos los nutrientes necesarios para mantener una buena salud. Los suplementos nutricionales solo son necesarios en casos específicos, como deficiencias comprobadas, condiciones médicas o situaciones que requieren una ingesta adicional de ciertos nutrientes., por ejemplo, en dietas vegetarianas o durante el embarazo. Sin embargo, en general es recomendable obtener los nutrientes a través de alimentos reales en lugar de depender exclusivamente de suplementos.
Mito 9. Las dietas vegetarianas producen carencias nutricionales
No. Una dieta vegetariana bien estructurada y diseñada te aportará todos los nutrientes en cantidades adecuadas. El único suplemento requerido es el de vitamina B12.
Mito 10. Espinacas y lentejas, las mejores fuentes de hierro
Existen alimentos vegetales como las espinacas o las legumbres con elevado contenido en hierro. La cuestión es qué cantidad de ese hierro es capaz de absorber nuestro organismo, lo que se llama la biodisponibilidad. En el caso de los alimentos de origen animal, como carnes y pescados, la biodisponibilidad del hierro es mucho mayor que la de los alimentos vegetales.
Mito 11. La sal marina es mejor para la salud
Existen pocas diferencias nutricionales entre los diferentes tipos de sal, incluyendo la sal de origen marino. La única diferencia destacable la encontramos en la sal suplementada con yodo, interesante para asegurar un aporte adecuado de este nutriente. En cualquier caso, existe un consumo excesivo de sal en nuestra dieta, en muchas ocasiones muy por encima de las recomendaciones de 5 g al día (equivalente a una cucharadita de postre), lo que puede tener una incidencia negativa en nuestra salud cardiovascular.
Mito 12. Las leches fermentadas son buenas para las defensas
Más allá de las estrategias comerciales, no existe ninguna evidencia que apoye la relación entre el consumo de leches fermentadas y las defensas. Una alimentación variada y equilibrada con un aporte adecuado de todos los nutrientes y una adecuada actividad física son las únicas claves para potenciar el buen funcionamiento de nuestro organismo, incluyendo el sistema inmunitario.
Mito 13. Si no consumimos el zumo de naranja inmediatamente después de exprimirlo perderá las vitaminas
Este es un clásico. La resistencia de las vitaminas de un zumo de naranja (principalmente, la vitamina C que es la más abundante) es mucho mayor de lo que mucha gente piensa. De hecho, se puede exprimir el zumo por la noche y conservarlo en la nevera para tomarlo a la mañana siguiente sin experimentar pérdidas apreciables en su valor nutricional.
A medida que buscamos una alimentación saludable, es importante distinguir entre los mitos y las certezas respaldadas por la evidencia científica. Recuerda siempre consultar con un profesional de la nutrición para obtener asesoramiento personalizado y adaptado a tus necesidades individuales.
Fuentes
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La importancia de la lactancia materna
La primera semana de agosto se conmemora la ‘Semana Mundial de la Lactancia Materna’. Esta celebración quiere recordarnos, especialmente a los padres recientes, la importancia de la alimentación del bebé en los primeros meses. La lactancia materna es el patrón alimentario óptimo para las primeras etapas de la vida.
La lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños. Sin embargo, contrariamente a las recomendaciones, menos de la mitad de los lactantes se alimentan exclusivamente con leche materna.
En las primeras etapas de la vida una alimentación inadecuada puede causar alteraciones en la salud y el desarrollo. El recién nacido presenta unos órganos inmaduros, unas defensas escasas y su aparato digestivo no asimila cualquier alimento. Todo ello hace de la leche materna el alimento más adecuado. En su defecto, se le puede ofrecer leche de fórmula para bebés.
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida. Transcurrido este periodo, deben empezar a introducirse alimentos sólidos, como purés de frutas y verduras. Además, aconseja continuar con la lactancia materna hasta los dos años de manera complementaria.
La lactancia debe comenzar inmediatamente después del nacimiento. El amamantamiento debe hacerse a demanda, siempre que el niño lo pida, de día y de noche.
Lactancia materna: beneficios para la salud del lactante
La leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos y los lactantes, pues les aporta todos los nutrientes que necesitan para un desarrollo sano.
Además, existen diversos componentes de la leche humana que estimulan el desarrollo y maduración del aparato digestivo y la motilidad del tracto gastrointestinal.
La leche materna también contiene anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia como la diarrea y la neumonía.
Otros compuestos protectores y estimuladores incluyen hormonas, anticuerpos, factores de crecimiento y mediadores gastrointestinales.
De este modo, los beneficios de la leche materna que se reconocen para el recién nacido incluyen aspectos nutricionales, la función gastrointestinal, el sistema inmune y el bienestar psicológico. Además de esos beneficios a corto plazo, la lactancia materna se relaciona con beneficios a largo plazo para el niño.
En el caso de recién nacidos con bajo peso (menos de 2,5 kg) la evidencia muestra una reducción en la mortalidad y en la aparición de enfermedades, además de propiciar un efecto positivo sobre el desarrollo neurológico y el crecimiento.
Existen otros beneficios para la salud del bebé alimentado a partir de leche materna recogidos en diversidad de estudios. Entre ellos destacan:
- Un menor riesgo de infecciones gastrointestinales durante el primer año de vida.
- Menores ingresos hospitalarios por enfermedad respiratoria durante el primer año de vida.
- Menor riesgo de otitis media.
- Reducción de la tensión arterial en la edad adulta.
- Menores niveles de colesterol total en sangre en personas adultas.
- Menor riesgo de sobrepeso y obesidad durante la adolescencia y la edad adulta.
- Un riesgo disminuido de padecer diabetes tipo 1 y tipo 2.
- Menor riesgo de enterocolitis necrosante en bebés prematuros.
- Menor riesgo de leucemia.
- Menor riesgo de dermatitis atópica y asma infantil.
- Mayor desarrollo cognitivo.
- Menor riesgo de muerte súbita.
Lactancia materna: beneficios para la madre
La lactancia materna también es beneficiosa para las madres, ya que reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario en el futuro y ayuda a recuperar más rápidamente el peso anterior al embarazo.
También determina un menor riesgo de diabetes tipo 2 para mujeres que no han padecido diabetes gestacional y menor riesgo de depresión posparto.
¿Leche materna o leche artificial?
Las fórmulas o leches para lactantes son solo un alimento, mientras que la leche materna es un complejo fluido nutricional vivo que contiene anticuerpos, encimas y hormonas, todos los cuales tienen beneficios para la salud. Además, la ingesta temprana de calostro, muy rico en anticuerpos, es especialmente importante.
De este modo, las preparaciones para lactantes carecen de los anticuerpos que hay en la leche materna. En algunos casos su perfil lipídico puede ser diferente al de la leche materna, quedando los niveles de ácidos grasos DHA y ARA por debajo de lo deseable.
También la carga renal suele ser mayor en las leches para lactantes que en la leche materna.
Cómo solucionar los problemas a la hora de dar el pecho
La posición del bebé durante la lactancia es crucial para establecer y mantener una lactancia efectiva. Es recomendable que una persona experta pueda supervisar los primeros amamantamientos para dar consejos y modificar posibles errores. Alguno de los problemas que pueden surgir son dolor en el pezón o en el pecho, la producción escasa de leche y la pérdida de peso del lactante.
Prevención y solución de problemas durante la lactancia
- Dolor en la mama. Una mama normal es blanda. La obstrucción de los conductos mamarios determina que la mama se ponga dura, edematosa y con dolor. Si la leche no es extraída, su producción futura puede disminuir.
La solución pasa por una evaluación de la lactancia por parte de una persona experta para corregir posibles defectos de posición u otros. También es beneficioso dar leche frecuentemente sin restricción, administrar analgésicos compatibles con la lactancia y masajear y colocar compresas con agua fría en la mama.
- Pezones inflamados. A menudo la causa es una postura incorrecta del bebé durante la lactancia. También es posible que exista una infección causada por Candida albicans.
La solución pasa por una correcta colocación del bebé. Si existe infección, se puede suministrar un antifúngico de uso tópico.
- Mastitis. Se produce por la inflamación del tejido conectivo causado por un bloqueo del conducto lácteo y un drenaje deficiente de la leche. Con el tiempo se produce una proliferación bacteriana.
La solución pasa por continuar con la lactancia o extraer la leche para facilitar el drenaje y evaluar la lactancia para corregir posibles errores. Se pueden utilizar analgésicos compatibles con la lactancia. También puede ser beneficioso el aumento en la ingesta de fluidos y masajear suavemente para desbloquear los conductos.
- Pezones invertidos. En estas situaciones se requiere la ayuda de alguien con experiencia en la colocación. No tiene por qué suponer un problema.
- Lactancia con cirugía de reducción de pecho. Es posible una lactancia parcial, pero el suministro de leche puede verse reducido.
- Dificultad en la succión. La solución pasa por evaluar la lactancia por parte de una persona experta para corregir posibles defectos de posición, etc.
- Pérdida de peso del bebé. Hay que tener en cuenta que las pérdidas de peso transitorias son normales en bebés sanos. Por otro lado, puede aparecer una deshidratación hipernatrémica debido a una deficiente ingesta de leche. En casos extremos esto puede llevar a daño cerebral y muerte.
Cuando un bebé pierde más del 10 % de su peso debería ser evaluado en un hospital para averiguar las causas, incluyendo una evaluación de la lactancia.
- Ictericia neonatal. La mitad de los niños nacidos a término y un 80 % de los bebés prematuros desarrollan ictericia fisiológica en la primera semana. Suele durar 14 días. Si se alarga más de ese tiempo sería necesario investigarlo.
En cualquier caso, ante cualquier problema o dificultad en la lactancia hay que consultar con el médico.
La leche materna es el mejor alimento que un recién nacido puede recibir. Pero si como madre no puedes o no quieres dar el pecho a tu hijo, existen fórmulas infantiles para que el crecimiento y desarrollo del niño sea el correcto.
Fuentes
- Organización Mundial de la Salud. Lactancia Materna. Consultado: 08/06/2023.
- Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría. Recomendaciones sobre lactancia materna; 2012. Consultado: 08/06/2023.
- Horta BL, Loret de Mola C, Victora CG. Long-term consequences of breastfeeding on cholesterol, obesity, systolic blood pressure and type 2 diabetes: a systematic review and meta-analysis. Acta Paediatr 2015; 104(467): 30-7. Doi: 10.1111/apa.13133.
- Westerfield KL, Koenig K, Oh R. Breastfeeding: Common Questions and Answers. Am Fam Physician 2018; 98(6): 368-373.
Cómo desconectar en vacaciones
Desconectar el móvil y el resto de pantallas, conectar con la naturaleza y probar nuevas actividades, dejando tiempo para la improvisación son acciones muy sencillas que pueden representar un primer paso para ayudarnos a desconectar, relajarnos y disfrutar más de las vacaciones.
Las vacaciones son una oportunidad única para descansar, revitalizarse y disfrutar de actividades placenteras lejos de las responsabilidades del trabajo.
Sin embargo, en la era digital en la que los horarios laborales y la vida privada se difuminan cada vez más, desconectarse por completo puede resultar un auténtico desafío.
Lo peor es que esa incapacidad para desconectar del trabajo durante las vacaciones puede afectar negativamente a nuestra salud y bienestar, disminuyendo la calidad de nuestro tiempo libre. En el presente artículo, exploraremos estrategias basadas en la psicología laboral que pueden ayudarte a desconectar del trabajo y aprovechar al máximo tus vacaciones.
EstablPlanifica actividades
Al planificar tus vacaciones es importante incluir actividades que sean atractivas y placenteras para ti. Dedica un tiempo a la planificación y busca actividades que te brinden satisfacción y requieran de toda tu atención y dedicación. Aunque pueda sonar algo egoísta, a veces es necesario centrarse en el bienestar de uno mismo para poder seguir adelante en armonía con el resto. De este modo, centrar tu foco de atención en algo diferente de lo habitual te permitirá desconectar por completo del trabajo.
Estas actividades pueden incluir excursiones programadas y talleres diversos al aire libre con otras personas, practicar alguna disciplina deportiva, leer novelas y ensayos de temáticas no relacionadas con el trabajo, desarrollar tus hobbies o dedicar tiempo de calidad a tu pareja, familiares o amigos.
Enfocarte en actividades que te gusten te permitirá dejar atrás las preocupaciones laborales con mayor facilidad. Incluso quienes disfrutan de un trabajo que les apasiona necesitan desconectar en ciertas ocasiones.
Improvisa y prueba cosas nuevas
Planificar las vacaciones no está reñido con dejar tiempo para la improvisación. En ocasiones, disfrutamos menos de las actividades de ocio programadas que de las que no lo están. Por eso, también es recomendable dedicar tiempo a improvisar un destino o callejear sin rumbo fijo.
También puedes hacer algo distinto a lo que estás acostumbrado. Haz piragüismo en un río solitario o alquila una moto de agua, haz una ruta larga de senderismo o ve a un concierto de un grupo desconocido. Dedicarte a cosas que no hayas hecho nunca te ayudará a desconectar y a explorar potenciales caminos de satisfacción. Muchas veces encontramos placer en algo que nos resulta novedoso y desconocido.
Sin horarios
Madrugues o no, deja que tu cuerpo decida cuando hay que levantarse. Existen pocas cosas tan placenteras como despertarte sin alarmas. Dedícale todo el tiempo que quieras al desayuno y, por supuesto, échate la siesta. Disfruta al máximo de los pequeños placeres gratuitos que no puedes permitirte el resto del año. Nuestro cuerpo es muy sabio y no siempre le hacemos el suficiente caso, descubrir tus propios horarios en vacaciones será muy saludable.
Conecta con la naturaleza y la familia
La conexión con la naturaleza te da la oportunidad de respirar aire puro y de oxigenar el cuerpo y la mente. El medio natural te permite relajarte y escapar por un tiempo del ambiente urbano, más contaminado y estresante.
Vivir juntos todos los días no significa que estemos conectados. Las vacaciones son el momento idóneo para pasar tiempo de calidad con la familia, alejados de las preocupaciones del día a día.
Céntrate en el aquí y el ahora
Puedes realizar rutinas de meditación o mindfulness, o simplemente céntrate en el momento presente. La atención plena es una técnica respaldada por la investigación científica que puede ayudarte a disfrutar del presente y reducir el estrés relacionado con el trabajo.
Durante las vacaciones, practicar la atención plena puede ser especialmente beneficioso para desconectar. Dedica tiempo cada día para meditar, respirar profundamente y enfocarte en el momento presente. Al hacerlo, podrás disminuir los pensamientos relacionados con el trabajo y aumentar tu capacidad para disfrutar plenamente de tus vacaciones.
Cuídate y descansa
Una buena alimentación, la actividad física y un buen descanso son indispensables para recuperar energías y optimizar el rendimiento del cuerpo y la mente. Las fiestas, las celebraciones y las cenas con amigos y familiares también son importantes para que cuides tus habilidades sociales y tu bienestar psicológico. Mens sana in corpore sano.
Antes de las vacaciones desconecta gradualmente
En lugar de desconectar abruptamente el último día de trabajo antes de tus vacaciones, intenta hacerlo de manera gradual. Reducir gradualmente el ritmo de trabajo unos días antes de las vacaciones, siempre que te lo permitan, puede ayudar a tu mente y cuerpo a adaptarse a la transición hacia el tiempo libre. Aprovecha este período para finalizar tareas pendientes, delegar responsabilidades y prepararte mentalmente para desconectar. Esto te permitirá disfrutar de tus vacaciones desde el primer día, en lugar de llevar contigo el estrés y las preocupaciones laborales.
Vuelve a casa unos días antes
Una vuelta progresiva a la rutina requiere volver unos días antes de que finalicen las vacaciones para que la vuelta no se te haga demasiado cuesta arriba. Planifica bien el regreso y ve recobrando las rutinas y horarios de forma progresiva. Desconectar y reconectar con el entorno laboral requieren el mismo tipo de esfuerzo y tiempo.
En definitiva, desconectar del trabajo durante las vacaciones es esencial para nuestro bienestar y salud general. Siguiendo estas recomendaciones lograremos una desconexión efectiva del trabajo y maximizaremos los beneficios que nos ofrecen las vacaciones.
Fuentes
- Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa. Consejos para desconectar del trabajo durante las vacaciones. Consultado: 16/06/2023.
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