Es una técnica de masaje en la zona del rostro que se realiza habitualmente de forma manual, con movimientos concretos para las diferentes áreas y que se puede acompañar de productos cosméticos que, al absorberse adecuadamente, amplificarían su función. Vamos a enseñarte más sobre el automasaje facial. Para qué sirve y cómo hacerlo.

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AutomasajeFacial

Beneficios del masaje facial

  • Disminuye los signos de estrés.
  • Evita la contracción prolongada y las arrugas prematuras.
  • Afina las líneas de expresión.
  • Mejora la hidratación profunda de la piel.
  • Ayuda a descansar.
  • Mejora el aspecto y luminosidad del rostro.

No es, por tanto, un procedimiento con un único objetivo estético, ya que puede ayudar, en estados de angustia y ansiedad, a relajarse y tomarse las cosas con más calma. Si se combina con alguna técnica de mindfulness o de respiraciones de yoga, puede ser un gran aliado contra el estrés diario.

Funciones del masaje facial

Para que un masaje facial sea efectivo debe, por un lado, mejorar la circulación sanguínea a nivel capilar, lo que evitará pequeñas venitas que se marcan, rojeces e inflamaciones y, además, debe ser capaz de relajar las fibras musculares, sobre todo entre las cejas y en la parte superior del labio, que sin querer estamos continuamente frunciendo.

Estas dos funciones lograrán dar un aspecto menos apagado y cetrino a los tejidos, ya que la sangre oxigenada llegará a todas las células y alisará las arrugas menos profundas.

Cómo se hace el automasaje facial

  1. Para empezar, calienta los músculos gesticulando exageradamente (arqueando las cejas, moviendo los labios, cerrando los ojos fuertemente…). Un minuto.
  2. Para los ojos: Cierra los ojos bajando el párpado superior muy lento y abriendo poco a poco. Intenta elevar el párpado inferior sin mover el superior. Da toques alrededor de los ojos con las yemas de los dedos. Dos minutos en cada ojo.
  3. Para la frente. Coloca el dedo índice y corazón sobre la ceja. Presiona hacia dentro y hacia fuera. Intenta subir la ceja mientras tus dedos oponen resistencia. Dos minutos en cada lado.
  4. Apoya el índice en la punta de la nariz y presiona hacia arriba mientras bajas el labio inferior.
  5. Coloca los dos dedos “índice” en las comisuras de los labios. Estira hacia afuera 10 segundos. Después, haz masajes circulares hacia dentro y hacia fuera. Entona las vocales de forma exagerada expulsando todo el aire. Infla de aire la encía superior, aguanta 10 segundos. Ahora la inferior, otros 10 segundos.
  6. Hincha las mejillas con la boca cerrada. Sopla el aire por las comisuras. 20 segundos. Repite de forma alternativa. Coloca los dedos “índice y corazón” sobre los pómulos y realiza movimientos circulares en sentido ascendente y hacia fuera. Un minuto.
  7. Contorno facial. Coloca el índice sobre la sien y el pulgar bajo la mandíbula. Tira hacia atrás y hacia arriba. Mantén 10 segundos.
  8. Eleva la barbilla y con movimientos circulares ve recorriendo el cuello desde la línea media hacia atrás. 20 segundos. Desplaza la mandíbula inferior hacia delante 20 segundos. Tira de la piel del cuello hacia atrás, 20 segundos.

Lifting facial japonés. Masaje Kobido

Es una técnica de masaje facial que tiene su origen, según se cuenta, en los masajes que se realizaban a los guerreros japoneses para rebajar tensiones tras el combate. Deber ser realizada por un profesional y está de moda entre las “celebrities”. Combina el masaje facial con el drenaje linfático, la digitopresión e incluso el shiatsu. Consigue estimular las fibras nerviosas, activar la circulación y eliminar toxinas. Dura al menos 60 minutos y comienza con una limpieza facial profunda, una fase de estiramiento e iluminación y una última fase de lifting japonés, con movimientos enérgicos y un masaje antiestrés.

Recomendaciones

Ten cuidado si sufres alguna infección en la piel, o acné pronunciado porque se podría extender y nunca hagas un masaje sobre una herida o una cicatriz reciente, para no estirar las fibras y romper el colágeno.

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