La natación es una actividad recreacional y deportiva beneficiosa para personas de todas las edades. Los deportes acuáticos ponen en movimiento un gran número de grupos musculares, con efectos beneficiosos sobre la circulación de retorno y sobre el gasto calórico. Además, el agua es un medio que evita el impacto para las articulaciones y las estructuras motoras del organismo.
La natación y las actividades deportivas realizadas en medio acuático son una excelente forma de ejercicio que puede ofrecer muchos beneficios para la salud y el bienestar. Se trata de actividades que se realizan en un medio que proporciona resistencia natural y reduce el impacto en las articulaciones, lo que los hace ideales para personas de todas las edades y niveles de condición física. Además, dependiendo de la temperatura, el medio acuático añade un gasto calórico extra que facilita el control del peso corporal.
Beneficios de la natación en todas las edades
La natación es un tipo de actividad que determina diferentes beneficios para todos los que la practican. Por un lado, supone un claro beneficio para el sistema cardiovascular y pulmonar. Además, propicia un aumento en la fuerza y resistencia muscular, junto con un incremento en la flexibilidad de las articulaciones. También contribuye al control del peso corporal, suponiendo un excelente método de relajación y reducción del estrés.
Al contrario que las actividades terrestres, muchas de las ventajas de las actividades y deportes acuáticos vienen propiciadas por el efecto de flotación que supone estar en un medio como el agua. De este modo, el peso corporal queda atenuado y las estructuras óseas, articulares y musculares se liberan de parte de la tensión que genera la gravedad.
Además, en el agua se evitan los impactos que se producen en los deportes terrestres contra el suelo y que hacen sufrir, especialmente, a las articulaciones.
A modo de resumen, algunos de los beneficios de la natación y los deportes acuáticos incluyen:
- Determina un alivio para el dolor y la inflamación tras la relajación de los músculos y la liberación de la presión habitual en las articulaciones que se produce en el agua.
- Al nadar disminuye la frecuencia cardiaca y se exige un menor esfuerzo al corazón que en las actividades terrestres, ya que la disposición horizontal minimiza el efecto de la gravedad para trasladar la sangre por el organismo.
- Ayuda a mantener unas cifras de presión arterial más bajas.
- Baja la concentración de colesterol malo (LDL) y mejora las del bueno (HDL) en sangre, por lo que reduce el desarrollo de la arteriosclerosis desde la infancia.
- Disminuye los niveles de glucosa en sangre debido a que el ejercicio aeróbico produce una mayor sensibilidad a la insulina.
- Permite trabajar durante más tiempo a baja intensidad, mejorando la resistencia aeróbica.
- Ha mostrado ventajas frente a otras disciplinas deportivas en pacientes con asma.
- Determina mejoras en la circulación sanguínea, debido a la postura y a la mejora que supone en el retorno venoso.
- Favorece un movimiento articular menos agresivo.
- Fortalece los músculos de todos los grupos musculares y los huesos.
- Contribuye a un menor riesgo de lesiones, especialmente por la reducción de la tensión sobre las articulaciones.
- Sus beneficios son especialmente constatables en la columna vertebral, por lo que la natación y las actividades acuáticas se suelen indicar en casos de dolor de espalda y lumbalgia.
- Determinan un aumento en el gasto calórico, por lo que puede ayudar a perder o a controlar el peso corporal.
- Disminuye los niveles de estrés y ansiedad. Además del efecto relajante del propio ejercicio, el agua tiene un efecto analgésico y descontracturante en nuestra musculatura, lo que ayuda a reducir la tensión muscular y el estrés mental.
Diversidad de actividades acuáticas
Las actividades en el agua pueden incluir la natación o actividades variadas que se desarrollan dentro de la piscina, como la gimnasia dentro del agua.
Algunos ejemplos de ejercicios en el agua pueden incluir:
- Caminar por la piscina con los brazos dentro del agua por la parte que no cubre. La resistencia del agua determina que haya que hacer fuerza para poder avanzar.
- Situarse en posición horizontal boca abajo, agarrándose a uno de los bordes de la piscina y dar patadas en el agua con las piernas extendidas.
- Colocarse boca arriba y mantenerse flotando con la ayuda de movimientos de brazos y piernas.
- De pie en el agua realizar movimientos de gimnasia con piernas y brazos.
- Se pueden utilizar los materiales de flotación (manguitos, tablas, cinturones o rulos), para no cansarse a la hora de hacer los ejercicios.
En cuanto a la práctica de la natación, esta se debe adaptar a las características de cada persona. De este modo, el estilo, la intensidad y la duración dependerán de la forma física previa de cada persona y de los objetivos que se han establecido al iniciar la actividad.
Para evitar lesiones, algo importante es realizar la natación con una técnica adecuada, por lo que es recomendable iniciar este deporte acudiendo a técnicos que nos enseñen y supervisen que nadamos correctamente.
En relación con los estilos de natación, cada uno está recomendado en unas circunstancias específicas:
- Crol. Es el estilo más recomendable. Permite el desarrollo de la coordinación y el movimiento en el agua, haciendo ejercitar a todos los grupos musculares. En caso de personas con problemas cervicales, se pueden evitar los movimientos de rotación del cuello ayudándose de máscaras de buceo.
- Espalda. Tiene una mayor complejidad y desarrolla coordinaciones que pueden ser complementarias al crol. Está especialmente indicada en personas que padezcan problemas de espalda o lumbalgia, o que necesiten potenciar la musculatura abdominal.
- Braza. Aporta un gran equilibrio, promoviendo el control del cuerpo y la sincronía a la hora de ejercitar los diferentes movimientos. Debe practicarse con precaución por si se producen molestias en diferentes zonas como hombros, lumbares, cervicales o rodillas.
Recomendaciones para la práctica de deportes acuáticos
La natación y los ejercicios acuáticos ofrecen una gran variedad de prácticas que permiten adaptarlas a las circunstancias específicas de cada individuo.
Algunos consejos para lograr una práctica de actividades acuáticas satisfactorias incluyen:
- Antes de comenzar cualquier práctica deportiva es conveniente pasar un reconocimiento médico deportivo. De este modo, se podrán detectar patologías o trastornos de salud que se pueden agravar con la práctica deportiva. También permitirán adaptar la práctica a las características de cada individuo. En casos de actividades deportivas subacuáticas, como la pesca en apnea o el buceo con escafandra autónoma, estos reconocimientos deben ser realizados cumpliendo protocolos específicos desarrollados por especialistas en medicina del deporte.
- Se recomienda, en el caso de la natación, una periodicidad de al menos tres veces por semana, con un mínimo de 30 minutos por sesión.
- Existe la opción de realizar las actividades deportivas acuáticas en grupo o en solitario. También se puede optar por requerir la asistencia de un monitor o entrenador si se necesita.
- Comenzar la actividad de manera progresiva y a una intensidad asequible que se puede ir incrementando con el tiempo.
- La natación y los deportes acuáticos se deben complementar con actividades terrestres suaves como pasear o realizar ejercicios de yoga o estiramientos.
Fuentes
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Dr. Pedro L. González
Responsable de la redacción/ supervisión de los artículos publicados en AXA Health Keeper.
Pedro Luis González es médico especialista en Medicina Preventiva y de Salud Pública, periodista científico (Col·legi de Periodistes de Catalunya) y tiene varios postgrados en ciencias del comportamiento, administración sanitaria y diseño de sistemas de salud.
Life Coach y conferenciante público, ha creado la Propuesta Habittude basada en la ciencia del comportamiento aplicada a la autogestión de la salud, creando diversos servicios digitales de gestión del bienestar y del estilo de vida como forma de resolver la crisis de la cronicidad en los sistemas sanitarios.
Representa a la Organización Europea de Medicina del Estilo de Vida (ELMO) en España y trabaja con diversos actores sanitarios en el avance del pensamiento innovador para el empoderamiento de los ciudadanos respecto a su propia salud.