Todos nos hemos equivocado alguna vez y hemos perjudicado a alguien. Pedir perdón en estos casos es muy importante. Pero este concepto, muy cargado de emocionalidad, es muy difícil de gestionar. En ocasiones, suele asociarse con un síntoma de debilidad. Pero no lo es. Equivocarse forma parte de la vida y aprender de ello es crecer y hacernos más fuertes.

En AXA Health Keeper tienes a tu disposición psicólogos y psiquiatras que te ayudarán a encontrar la mejor manera de pedir perdón. Regístrate aquí.

Qué es el perdón

Herir a alguien, sobre todo si es una persona a la que apreciamos y en quien confiamos, puede causarnos enojo, tristeza y confusión. Anclarnos en esta situación puede significar que también comiencen a asomar el rencor, la venganza y la hostilidad.

Para evitar que los sentimientos negativos desplacen a los positivos, podemos pedir perdón. Hacerlo significa varias cosas:

  • Arrepentirte de lo que has hecho.
  • Tener ganas de arreglar el mal que hayas podido hacer.
  • Tomar una decisión firme contigo mismo porque te obligas a controlar que no se repita la misma situación.
  • Responsabilizarte de tus actos.
  • Ser consciente de la importancia de estar atentos a tus acciones.

Cómo pedir perdón

La mayoría de nosotros conocemos bien la teoría y la importancia de pedir perdón y de perdonar. Pero lo difícil es ponerlo en práctica. Es posible que hayas aprendido sobre la necesidad y la importancia de hacerlo cuando lastimas a un amigo, por ejemplo. Pero, ¿sabes cómo hacerlo?

Te ayudamos con una serie de pasos:

  • Importa mucho cómo pides perdón. Este solo sirve si es sincero y personalizado. La disculpa y el perdón requieren empatía, darse cuenta del daño que se ha hecho.
  • Debes comprometerte. Pedir perdón significa en ocasiones ofrecer una compensación, reparar un daño. Si te comprometes a arreglar lo que has hecho mal, debes cumplir con tu palabra.
  • Concreta las razones por las que pides perdón. Deja claro que tomas consciencia de que te has equivocado y que tienes voluntad de arreglarlo. Entonar el mea culpa es una parte importante de la disculpa.
  • Aprende a perdonarte a ti mismo: todos cometemos errores en algún momento, por tanto, deja de sentirte culpable por haber hecho algo que no debías.

 

Beneficios de saber pedir perdon Beneficios

 

Beneficios de pedir perdón

Perdonar implica tomar una decisión que consiste en dejar de lado el resentimiento y los pensamientos de venganza. Puede disminuir la sensación de rencor e, incluso, permite sentir comprensión, empatía y compasión hacia la persona que te ha lastimado.

Pedir perdón te ayudará a:

  • Fomentar relaciones más saludables: cuando pides perdón, dejas de lado el rencor y la amargura y das paso a una mayor tranquilidad. Facilita relaciones más felices y saludables, reduce el riesgo de tomar represalias contra alguien que te ha lastimado y lo reemplaza por un sentimiento de empatía y comprensión hacia los demás. Esta actitud de perdón fortalece las relaciones.
  • Disminuir la ansiedad y el estrés: la ira es una forma de estrés y, por tanto, cuando te aferras a ella es como si estuvieras activando la respuesta al estrés del cuerpo. Cuando perdonas, empiezas a desactivar la respuesta al estrés y los cambios fisiológicos que lo acompañan.
  • Reducir los riesgos de enfermedad cardiovascular: en un estudio publicado en Journal of the American College of Cardiology, los expertos asociaron la ira y la hostilidad con un mayor riesgo de enfermedad cardiaca. El perdón se asocia con una frecuencia cardiaca y presión arterial más bajas.

Aprender a perdonar

Es fácil que, cuando alguien que te importa, te lastima, te aferres a la ira, al resentimiento y a los pensamientos de venganza. Pero también puedes aceptar el perdón y seguir adelante. Perdonar no significa olvidar, pero sí trae consigo una especie de paz que te ayuda a sentirte mejor.

No siempre es fácil hacerlo, pero puede ayudarte a pensar que el perdón es algo que haces por ti mismo. Disculparse no solo beneficia a quien admite su culpa sino también a quien perdona. Perdonar tiene una vertiente racional muy importante.

Las personas que perdonan con facilidad son más felices que las que no lo hacen porque, cuando lo hacen, se activan áreas del cerebro relacionadas con la empatía hacia el otro. Las personas con dificultad para perdonar activan las áreas del cerebro relacionadas con emociones negativas como la ira.

Al perdonar estás dando a la otra persona una nueva oportunidad, como te gustaría que hicieran contigo.

¿Quieres conocer tu nivel de estrés? Puedes hacerlo con nuestro test 
de estrés aquí.

FUENTES:

  • Mayo Clinic
  • Journal of the American College of Cardiology (JACC)