Todos estamos expuestos a un despido laboral en algún momento de nuestra vida. Es raro que un trabajo nos dure toda la vida. Pero, cuando esto sucede, es clave estar preparados para afrontar la situación. Te damos algunas pautas para lidiar con ello.

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Pasamos casi un tercio de nuestra vida adulta en el trabajo, por tanto, no es extraño que los problemas laborales sean una fuente común de estrés para muchas personas. Uno de los momentos más difíciles para un trabajador es cuando una empresa le comunica que su contrato ha llegado a su fin.

Tal vez por un bajo rendimiento, por motivos económicos, reducción de plantilla o, incluso, sin un motivo claro o justo. La situación puede cogernos desprevenidos por completo y causarnos estrés y angustia. Por más difícil que parezca al principio, superar el despido y la ruptura con nuestro lugar de trabajo y seguir adelante, es posible.

Debemos convencernos de que, independientemente de lo que ha sucedido en el pasado, somos buenos candidatos para un nuevo puesto y podemos hacer bien el trabajo.

Reacciones emocionales al despido laboral

En una destitución profesional suelen mezclarse sentimientos como:

  • Confusión. ‘¿Por qué a mí? ¿Qué he hecho mal?’ Son algunas de las preguntas más frecuentes que solemos hacernos cuando nos despiden.
  • Pérdida de confianza. La Universidad de Manchester concluyó que un despido erosiona la confianza y provoca una sensación de impotencia y de pérdida del control.
  • Enfado o ira. Los sentimientos de enojo tras un cese a menudo empiezan con el resentimiento por los años y el esfuerzo dedicados a la empresa.
  • Tristeza. Al reconocer la situación de desempleo, suelen aparecer emociones de desánimo, frustración, pesimismo y derrota.
  • Aceptación. Es el último paso y corresponde a admitir la situación y poder empezar a ponerse en marcha para recuperar la vida laboral y mejorar nuestro estilo de vida.

La intensidad de estas emociones, como todo proceso de ruptura, es mucho mayor al principio. Con el tiempo, y a media que nos vamos haciendo la idea, esta irá disminuyendo.

- Mantén una actitud positiva

Cómo superar el trauma de un despido laboral

La pérdida de un trabajo debe servirnos para dejar la puerta abierta a ver otras oportunidades que trae todo proceso de cambio. Estos consejos pueden ayudarte a conseguirlo:

  • Reconoce tus emociones. Es posible que, tras ser despedido, experimentes pánico, rabia, tristeza, etc. Intenta no quedarte atrapado en ellas, sé consciente de que son normales y que debes seguir adelante y concentrarte en el futuro. No dudes en pedir ayuda psicológica, si lo consideras necesario.
  • Mantén una actitud positiva. Aunque el despido no es algo agradable, en muchos casos no podemos hacer nada para evitarlo. Adáptate a los cambios y afróntalos con positividad. Trata de ver el despido como una oportunidad para cambiar y empezar a hacer aquellas cosas que realmente querías hacer.
  • Dedica un tiempo a ser productivo. Tómate el tiempo necesario para actualizar el currículum, escribir una carta de presentación y pedir referencias. Regístrate en portales de empleo y, si quieres reciclarte, aprovecha para estudiar y ponerte al día. Esto te permitirá estar listo cuando sea necesario.
  • Cuídate por dentro y fuera. El ejercicio físico es un antídoto valioso contra el estrés. Una buena alimentación y descansar lo suficiente te ayudarán a mantenerte activo. Haz algo todos los días que haga sentir bien y desconectar: pasear, un baño caliente, escuchar música o tomarte un café con un amigo.

Tal vez nos han echado de un sitio de trabajo, pero no de nuestra profesión. Veamos un despido laboral como una nueva oportunidad para cambiar y crecer.

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Fuentes:

Universidad de Manchester

Healthline