Si miramos la espalda de alguien, veremos que la columna vertebral se extiende hacia el centro. Cuando una persona tiene escoliosis, su espina dorsal se curva hacia un lado. Te contamos cómo puede tratarse este trastorno en la espalda.

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Qué es la escoliosis

La escoliosis es la desviación de la columna vertebral. Las vértebras se apartan del eje central, se desplazan hacia un lado, produciendo una curvatura en forma de ‘S’ o ‘C’.  La deformidad puede provocar que el hombro o la cadera queden más arriba de un lado que del otro.

Se estima que hasta un 10% de la población puede tener una leve asimetría de la espalda considerada normal. Pero cuando la curva es de más de 10 grados ya se cree que es anormal. En estos casos, la curvatura puede progresar y derivar en un problema en la edad adulta. Aparece con mayor frecuencia durante el periodo de crecimiento anterior a la pubertad.

Cuáles son los síntomas

Los síntomas más frecuentes de la escoliosis suelen ser:

  • Cintura dispar
  • Hombros desparejados
  • Un omóplato con una apariencia más prominente que el otro
  • Un lado de la cadera más alto que el otro

Los profesionales sanitarios pueden sospechar que una persona tiene escoliosis a simple vista si observa una deformación anormal de los huesos de la columna (cierta forma de joroba) o si un omóplato sobresale más que otro.

De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría, la escoliosis no suele provocar dolor lumbar, ni disfunción neurológica ni problemas respiratorios. Tampoco suele tener repercusión sobre los órganos internos, excepto en el caso de deformidades más grandes.

La escoliosis se puede diagnosticar a partir de un examen físico de la espalda o con pruebas como radiografías de la columna vertebral, un examen con escoliómetro para medir la curvatura de la columna o una resonancia magnética, si el médico considera oportuno.

 

Cómo corregir la escoliosis: tratamiento

Tipos de escoliosis

La escoliosis no está relacionada con la alimentación, ni con la práctica de ciertos deportes ni con la falta de calcio o malas posturas.

Se distinguen tres tipos de escoliosis:

  1. Escoliosis idiopática: es el tipo más común y se desconocen las causas. Se clasifica por edades: hasta los 3 años se denomina escoliosis infantil; en niños de 4 a 10 años, escoliosis juvenil; en adolescentes de entre 11 y 18 años, escoliosis adolescente.
  2. Escoliosis congénita: es poco frecuente, aparece desde el nacimiento. Es consecuencia de malformaciones en el desarrollo del bebé durante el embarazo.
  3. Escoliosis neuromuscular: está asociada a enfermedades de los nervios o de los músculos como la distrofia muscular o la parálisis cerebral.

Según el lugar en el que se produzca la curvatura, hablamos también de distintas escoliosis:

  • Lumbar: la desviación de la curva se produce en la zona inferior de la espalda.
  • Dorsal: la desviación afecta a las vértebras dorsales.
  • Cervical: la línea de la curva afecta a las vértebras cervicales.
  • Cérvico-dorsal: la curvatura afecta a las vértebras cervicales y dorsales.
  • Dorso lumbar: la curvatura afecta a la zona inferior y media de la espalda.

Cómo corregir la escoliosis

El tratamiento puede variar según el grado de gravedad de las curvas. En los casos más leves, el ejercicio puede ser el tratamiento principal sin necesidad de emplear ningún dispositivo de inmovilización o cirugía. Los niños con escoliosis leve pueden someterse a chequeos cada cuatro o seis meses para comprobar que no empeora la curvatura.

Aún así, el tratamiento depende de otros factores como:

  • Grado de curvatura: las curvaturas más pronunciadas empeoran con el paso del tiempo. Las curvaturas dobles (en forma de S) también tienden a empeorar con mayor frecuencia que las que tienen forma de C.
  • Edad: cuanto más joven, más probabilidades de corregirla.
  • Sexo: las niñas pueden tener más riesgo de que la enfermedad progrese.
  • Ubicación de la curvatura: las que se sitúan en el centro (torácica) empeoran más que las de la parte superior o inferior de la columna vertebral.

En escoliosis moderadas (25 a 40 grados) y cuando los huesos están en desarrollo, el médico puede recomendar el uso de dispositivos de inmovilización, un tratamiento que no corrige la curvatura pero que puede evitar que esta avance.

En la mayoría de los casos se utiliza un dispositivo de plástico con un contorno que se adapta al cuerpo, por debajo de los brazos y alrededor de la caja torácica, la parte inferior de la espalda y las caderas. Estos aparatos dejan de usarse cuando los huesos dejan de crecer.

En los casos más serios, el sanitario puede recomendar cirugía. Este procedimiento consiste en unir, con piezas óseas o huesos artificiales, dos o más vértebras para que no se muevan de forma independiente. Si la escoliosis avanza rápidamente cuando se es un niño, puede colocarse una barra cuya altura se ajusta, en la parte superior e inferior, a medida que crece.

Cuanto antes se detecta la escoliosis, mayor probabilidad de corregirla y subsanarla. No obstante, una vez pasada la mayoría de edad, será más complejo tratarla (ya que la espalda ya está formada) pero no imposible.