Un cepillado regular de los dientes nos ayuda a mejorar nuestra salud bucodental. Previene la acumulación de sarro y placa, la aparición de caries, reduce el riesgo de enfermedad de las encías… ¿Quieres conocer cómo hacerlo correctamente? Te lo explicamos paso a paso.

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Lavarse los dientes

Cepillarse los dientes ayuda a eliminar los restos de comida y también la placa, una película adhesiva que puede contener bacterias. Y es que, cuando ingerimos alimentos que contienen azúcares y almidones, las bacterias producen ácidos en la placa que atacan el esmalte dental.

Tras un ataque constante de ácido, el esmalte dental se rompe y forma un agujero o cavidad. Si la placa no se elimina con un cepillo, puede endurecerse y convertirse en sarro. Se acumulará, alimentándose de los trozos de comida, y causará caries y enfermedades de las encías.

De ahí que la salud dental y oral sea una parte esencial de nuestra salud y bienestar general.

Cuántas veces deben lavarse los dientes

Algunos dentistas aconsejan cepillarse los dientes después de cada comida. Sin embargo, según la Asociación Dental Americana (ADA), es suficiente con hacerlo dos veces al día. Los expertos destacan que es tan importante la cantidad de veces en las que nos cepillamos como la manera en la que lo hacemos.

Uno de los momentos más importantes a la hora de cepillarse los dientes es antes de ir a dormir. El motivo principal es que, durante las horas de sueño, las glándulas segregan menos saliva y la boca está más seca, por lo que no se pueden limpiar todos los residuos y se produce un mayor desarrollo de bacterias.

El cepillo de dientes es personal e intransferible. Debe cambiarse cada tres o cuatro meses, incluso antes si está en mal estado. No hará bien su trabajo si está desgastado.

Cómo cepillarse los dientes

Es recomendable usar un cepillo de cerdas suaves, de tamaño y forma que se ajusten a nuestra boca para que pueda llegar a todas las zonas de forma fácil. La cabeza debe ser lo suficientemente pequeña como para alcanzar todas las partes de la boca, especialmente la parte posterior, de más difícil acceso.

Para un efectivo lavado de dientes, la ADA recomienda:

  • Colocar el cepillo en un ángulo de 45º respecto de las encías.
  • Cepillar suavemente hacia adelante y hacia atrás con movimientos cortos, aplicando una presión suave.
  • Usar movimientos de ida y vuelta para cepillar las superficies de masticación de los dientes.
  • Sostener el cepillo verticalmente para lavar las zonas internas de los dientes. Cepillar el interior hacia arriba y hacia abajo. Las fibras del cepillo deben penetrar en todas las zonas para evitar que se queden restos de comida.
  • La lengua también debe cepillarse con movimientos de atrás hacia adelante.
  • El cepillado debe hacerse al menos durante dos minutos. La mayoría de las personas suelen cepillarse durante menos tiempo, según un estudio de 2009, en el que los expertos reconocen que un cepillado de dos minutos puede ayudar a eliminar hasta un 26 % más de placa.
  • Antes de cepillarse, esperar al menos 60 minutos después de comer, sobre todo si se consume algo ácido: hacerlo inmediatamente después puede eliminar el esmalte de los dientes, debilitado por el ácido.
  • Guardar el cepillo en posición vertical, dejando que se seque al aire libre. Si lo hacemos en un recipiente cerrado, los gérmenes tendrán más oportunidad de crecer.
  • Utilizar pasta dental con flúor porque ayuda a fortalecer y proteger los dientes y es el mejor agente anticaries.
  • Evitar enjuagar con agua porque se disminuyen los efectos beneficiosos del flúor. Es recomendable escupir, no enjuagar.

El cepillo puede ser manual o eléctrico. Sin embargo, este último consigue que quede menos placa bacteriana y que las encías estén menos inflamadas.

Además de un correcto cepillado, hay otras formas de mantener una correcta salud bucodental:

  • Usar hilo dental al menos una vez al día para extraer restos atrapados donde los dientes están más juntos y el cepillo no puede acceder. Debemos hacerlo con cuidado de no dañar las encías. Si el hilo se resiste, lo deslizamos poco a poco de un lado para otro hasta que podamos introducirlo entre los dientes.
  • No fumar.
  • Seguir una dieta rica en fibra, baja en grasas y en azúcar, priorizando frutas y verduras.
  • Limitar el consumo de alimentos y bebidas azucarados.
  • Programar revisiones periódicas con el dentista.

Como ves, mantener unos dientes saludables es un compromiso de por vida. Con unos hábitos de higiene bucal adecuados y una dieta apropiada es más fácil conseguirlo.

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Fuentes:

  • Asociación Dental Americana (ADA)
  • Mayo Clinic