Uno de los problemas más frecuentes durante el verano y muy habitual en los deportistas, es la gastroenteritis durante los meses de calor. Y es que nuestro organismo no realiza el proceso digestivo en iguales condiciones y los alimentos frescos así como las bebidas frías pueden aumentar el riesgo de indigestiones y molestias.

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¿Cómo puedo prevenir los problemas digestivos en verano?

  • Bebe sólo agua embotellada o con seguridad de salubridad. Es decir, si vas de viaje no bebas del grifo nunca. Incluso un simple cambio en la fluoración y dureza del agua potable, puede hacer que a tu organismo le siente mal.
  • Cuidado con los alimentos poco hechos o crudos. Pescado, marisco, carnes, pueden contener agentes infecciosos y producirte enfermedades importantes como la salmonella, la toxoplasmosis, o problemas causados por el Anisakis.
  • Evita la leche sin pasteurizar, porque es portadora también de muchos gérmenes y el calor además aumenta el riesgo de que se contamine.
  • Mantén la cadena de frío de todos los alimentos que compres. Sobre todo si un alimento se descongela no lo vuelvas a meter al congelador, y no consumas alimentos que lleven horas a la intemperie.
  • Extrema la higiene de las manos. Tanto si manipulas alimentos, como si estás en contacto con arena, hierba o animales. El simple gesto de tocarte la cara, con las manos contaminadas es un riesgo. Y lo haces sin darte cuenta.
  • Guarda los alimentos cocinados en recipientes herméticos y mantén los frescos alejado de los preparados.
  • Si llevas comida a la playa o piscina utiliza neveras o recipientes refrigerados.
  • Evita las salsas con huevo o nata.
  • Si vas a salir a correr no comas copiosamente. Toma algo más ligero de lo habitual. Tu sudoración con calor es más profusa y al deshidratarte el proceso digestivo se puede ver afectado.
  • No te lances al agua de la piscina o entres al mar nada más comer y de forma abrupta. El cambio de temperatura puede hacer que se te corte la digestión. Entra poco a poco, mojándote la nuca, las muñecas y la tripa. Si has comido un bocadillo en un rato podrás bañarte sin problemas. Si has comido mucho, espera al menos una hora. Puedes aprovechar y echar una siestecita.
  • Hidrátate continuamente. No grandes cantidades, sino a sorbos, poco a poco, pero frecuentemente. Olvida las burbujas que ralentizan la digestión. Puedes tomar una infusión fría de manzanilla o un té helado. Eso te ayudará.
  • Si vas a hacer deporte, recuerda beber al menos 200 ml cada 20 minutos. Ante cualquier síntoma digestivo, para, bebe y recupera el aliento.
  • No estés todo el día con el bañador mojado. Además de dolor de estómago aumentas el riesgo de sufrir cistitis, que es otra de las infecciones veraniegas más frecuentes.

problemas digestivos

¿Y qué puedo hacer si sufro un proceso digestivo?

  • Rehidrátate. El mayor riesgo es que pierdas demasiados líquidos.
  • Mantén una dieta absoluta durante unas horas, sobre todo si hay vómitos, e ingiere sólo líquidos.
  • Cuando toleres sólido toma una dieta limpia evitando alimentos grasos y con mucha fibra. Así que evita las verduras de hoja verde, las carnes y pescados grasos, o las legumbres.
  • Lo mejor que puedes hacer es ir probando cómo te sienta cada alimento. La fruta, aunque tiene fibra, contiene mucha agua y normalmente es un alimento bien tolerado. Manzana, pera, plátano…
  • Cocina los alimentos al vapor o hervidos, para que sean más ligeros.
  • Introduce la pasta y el pan poco a poco, evitando salsas grasientas o empachosas y los dulces o la bollería.

Estos procesos normalmente no son graves y duran unos dos o tres días. Si al cabo de ese tiempo no te encuentras mejor o tus síntomas se agravan acude a un servicio de urgencias y consulta con un profesional.

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