Las personas estoicas aceptan las cosas tal como son y tratan de convertir las negativas en positivas. Esta filosofía griega del siglo III aboga por dominar los impulsos, trabajar la razón y centrarse en el presente para lograr una vida más plena. 

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 Aprobar un examen, conseguir un puesto de trabajo o adelgazar los kilos de más son metas que pueden generarnos alegría y hacernos sentir satisfechos.

Sin embargo, la búsqueda de esa gratificación puede llegar a ser autodestructiva. Según el estoicismo, cuando cumplimos un deseo, buscamos otro y otro… y entramos en un bucle infinito.

El pensamiento estoico pretende entrenar la virtud y la razón para poder lidiar contra las emociones negativas (como la ira y la envidia). Según este, a las personas no les perturban las cosas, sino las opiniones que tienen de estas, y propone convertirlas en emociones saludables.

Qué es una persona estoica 

Una persona estoica es aquella que trata de trabajar el autocontrol y la autoconciencia para lograr una vida plena. Ser estoico no significa ser frío o distante, sino intentar dominar las emociones negativas para alcanzar la felicidad.

No es fácil ser estoico en un mundo en el que lo material y la tendencia a juzgar a los demás están a la orden del día.

Esta corriente filosófica, creada por el griego Zenón de Citio en el siglo III a.C., aboga por aceptar la vida tal y como es e intentar centrarse en lo que realmente podemos tener.

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Filosofía estoica 

Zenón de Citio impartía lecciones en la plaza pública y, a través de ellas, intentaba dar respuesta a cómo ser más felices. A diferencia de otras filosofías helenísticas, el estoicismo no trata de entender el origen de las cosas, sino poner en práctica sus conocimientos para vivir mejor.

Séneca, Epicteto y Marco Aurelio son representantes de esta filosofía de vida. «No esperes que el mundo sea como deseas, sino como es realmente. De esa manera, tendrás una vida pacífica». Esta frase de Epicteto refleja que lo mejor es aceptar las cosas que están fuera de nuestro control.

Otra de sus sabias reflexiones: «Si voy a morir, moriré cuando llegue el momento. Como me parece que aún no es la hora, comeré porque tengo hambre». Con esta frase, Epitecto pretende explicar que, en la vida, lo que tenga que ser, será.

Cómo ser un estoico

Estas 10 pautas pueden ayudarnos a ver las cosas desde un punto de vista más estoico y, así, poder afrontar las desavenencias de mejor manera.

  1. Acepta lo que no puedes cambiar. Un desastre natural, una enfermedad o un comportamiento ajeno son situaciones que no puedes controlar. No te castigues por algo que no puedes cambiar. Focalízate en lo que está en tus manos, como tus decisiones y juicios.
  1. Aquí y ahora. Céntrate en el presente, en aquello que estás haciendo. Séneca aconsejaba meditar sobre nuestro día a día, analizando cómo respondemos a las situaciones. Intenta disfrutar de la actividad que estés haciendo y aparca cualquier distracción.
  1. Piensa antes de hablar. Intenta evitar las reacciones emocionales. Por ejemplo, si alguien te ofende, no contestes con otro insulto. Valora su comentario y reflexiona sobre cómo puedes mejorar tú mismo.
  1. Evita las críticas. No es malo hablar de alguien, pero intenta no dar vueltas a un asunto sin sentido. No está en tus manos controlar a los demás y, si alguien piensa distinto a ti o tiene una actitud que no te gusta, déjalo.
  1. Sigue aprendiendo. Mantente siempre abierto a nuevos conocimientos. La sabiduría es una virtud estoica. Lee libros, mira documentales y sigue aprendiendo a diario.
  1. Relativiza. Intenta no estresarte por lo que tiene poco valor. Si se te rompe un plato o pierdes un billete, no te alteres. Tu tranquilidad vale más que agobiarte por cosas sin importancia.
  1. Rodéate de buena gente. Invierte tiempo en aquellas personas a las que respetas, te aportan cosas y te motivan a ser mejor. Disfruta de la compañía de tu familia, pareja y amigos.
  1. Sé amable. Toma decisiones basadas en tus principios, sin esperar una recompensa o un elogio. Si quieres ayudar a alguien, hazlo porque lo sientes, sin buscar un reconocimiento.
  1. Conciénciate sobre la muerte. Memento mori, en lenguaje estoico. Tarde o temprano llegará tu día. Plantéate si lo has aceptado o si has imaginado cómo será. Teniendo en cuenta esa realidad, medita sobre tus decisiones.
  1. Escribe un diario. Anota tus impresiones al final de día. Piensa sobre las decisiones que tomaste y si podrías haber decidido mejor o haber gestionado la situación de otra manera. Leer a diario una cita de un filósofo estoico puede ayudarte a seguir esta corriente.

Como ves, ser estoico es más un modo de vida que trabaja la autoconciencia y razón para lograr la satisfacción y el bienestar personal.

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Fuentes: 

El estoico. Portal web Estoicismo en español. https://elestoico.com/

 Cómo ser un estoico: utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna. Editorial Ariel