La mayoría de las personas sufren cierto grado de ansiedad o incomodidad frente a situaciones dolorosas o cuando se enfrentan a un peligro. Pero otras desarrollan un miedo extremo a un objeto o situación particular que, en realidad, no comporta ningún riesgo. ¿Te pasa y no te explicas porqué? Te enseñamos a detectar si tienes alguna fobia y cómo acabar con ella.

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Qué es una fobia

Las fobias son trastornos de ansiedad agrupados en la misma clase que el trastorno de estrés postraumático y el trastorno de pánico, entre otros. Y los trastornos de ansiedad se basan fundamentalmente en el miedo. Un miedo abrumador a un objeto, un lugar, una situación, un sentimiento o un animal.

Las fobias suelen ser más pronunciadas que el miedo y aparecen cuando una persona tiene una sensación de peligro exagerada o poco realista sobre una situación u objeto. Por tanto, una fobia implica un miedo intenso y persistente a algo cuyo riesgo no es real.

Tipos de fobia

Hay tres tipos de fobia principales:

  • La fobia específica: las personas pueden tener fobia a animales concretos (nictofobia –fobia a los perros-, ailurofobia –a los gatos-, aracnofobia –a las arañas-, ofidofobia –a las serpientes-), a personas (médicos, dentistas, etc.), lugares y entornos (claustrofobia –a los espacios cerrados-, nictofobia –a los espacios oscuros-, astrofobia –a las tormentas- o tripofobia –a los agujeros-) y situaciones (aerofobia –fobia a volar en avión-, enoclofobia –a estar rodeado de gente-, glosofobia –a hablar en público). Según los expertos, este tipo de fobia podría tener una parte genética, es decir, heredada.
  • Fobia social (también llamado trastorno de ansiedad social): en este caso, las personas temen ser humilladas y avergonzadas por otras, sobre todo si son desconocidas. En general, se sienten nerviosas si pasan tiempo en entornos sociales, se sienten cohibidos frente a otros y se preocupan de ser rechazados u ofendidos. Puede ocurrir en el entorno laboral o más general en cualquier situación social, como comer en público. En la mayoría de los casos, este tipo de personas tiene dificultades para hacer amigos y evitan situaciones sociales, se preocupan durante días antes de un evento social.
  • Agorafobia: es el temor a permanecer en espacios públicos de donde es difícil salir de forma repentina. Hablamos de espacios como cines, teatros, conciertos, etc.

Como superar una fobia Sintomas

Síntomas de una fobia

Sea cuál sea el tipo de fobia que sufras, las reacciones de casi todas ellas son similares:

  • Sensación de miedo intenso, ansiedad y pánico cuando te expones o incluso piensas en la fuente del miedo.
  • Reacciones físicas que incluyen sudoración, latidos cardíacos rápidos, opresión en el pecho o dificultad para respirar.
  • Sensación de náuseas, mareos o desmayos.
  • Imposibilidad de controlar los miedos, aunque se reconozca que no son razonables o exagerados.
  • En los niños, berrinches, llanto y negación para alejarse de sus padres.

Cómo superar una fobia

Si no se tratan, las fobias pueden interferir de manera significativa en la capacidad de una persona a la hora de vivir con normalidad. Aunque pueden mejorar durante cortos periodos de tiempo, no se resuelven sin tratamiento.

La buena noticia es que la mayoría de las fobias son tratables y los tratamientos son efectivos. Para los casos más leves, las estrategias de autoayuda para tratarlas pueden ser efectivas. Pero para las fobias más graves, sobre todo si están involucrados ataques de pánico, puede ser necesario consultar con un profesional. Los tratamientos suelen ser:

  • Terapia cognitivo conductual: es un tipo de tratamiento psicoterapéutico que se centra en explorar los patrones de pensamiento que llevan a respuestas inapropiadas en una persona.
  • Terapia de exposición: esta forma de tratamiento terapéutico expone a las personas a sus miedos de manera gradual, sistemática, a veces combinándolo con ejercicios de relajación. Se trata de hacer ver a la persona que el objeto o situación que tanto teme no le supone una respuesta tan negativa como se esperaba, lo que lleva a una reducción de la angustia.

Recuerda que es importante intentar acabar con las fobias para poder vivir sin obstáculos. Y, siempre que la necesitemos, es fundamental pedir ayuda.

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Fuentes:

  • Harvard Medical School
  • Mayo Clinic