Una vida sexual saludable es un componente esencial de la salud y el bienestar general de las personas. La sexualidad es una parte natural y normal de la vida y es importante abordarla de manera libre, informada y consciente.

Qué es una vida sexual saludable

La salud sexual se puede definir de muchas maneras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad; no es simplemente la ausencia de enfermedades, disfunciones o dolencias. La salud sexual requiere un abordaje positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia. Para alcanzar y mantener la salud sexual, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y cumplidos”.

De igual modo, la sexualidad se puede definir como un aspecto central del ser humano, abarcando a lo largo de la vida el sexo, las identidades y roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La sexualidad se experimenta y expresa en pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad está influenciada por la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales. Por eso, la sexualidad de las personas depende mucho de su entorno y contexto vital.

Otro concepto a tener en cuenta es el de los derechos sexuales. Estos determinan la aplicación de los derechos humanos a la sexualidad y a la salud sexual. Los derechos sexuales protegen los derechos de todas las personas a realizar y expresar su sexualidad y disfrutar de la salud sexual y reproductiva, con el debido respeto por los derechos de los demás, en un marco legal de protección contra la discriminación. El derecho sexual de uno mismo implica tener en cuenta el derecho sexual de los demás.

Finalmente, el placer sexual puede ser concebido como la satisfacción y el disfrute físico y psicológico derivado de experiencias eróticas solitarias o compartidas, incluidos los pensamientos, los sueños y el autoerotismo. La autodeterminación, el consentimiento, la seguridad, la privacidad, la confianza y la capacidad de comunicarse y establecer relaciones sexuales con otros son factores clave que permiten que el placer contribuya a la salud y al bienestar sexuales.

El placer sexual debe ejercerse en el contexto de los derechos sexuales, en particular los derechos a la igualdad y no discriminación, la autonomía e integridad corporal. Las experiencias de placer sexual son diversas y los derechos sexuales garantizan que el placer sea una experiencia positiva para todos.

Puntos clave de una vida sexual saludable

Existen varios aspectos de la vida sexual que son relevantes para asegurar una vida y unas relaciones sexuales saludables. Los más relevantes son:

Una vida saludable

La salud sexual forma parte de la salud general. De este modo, una vida sexual saludable está estrechamente relacionada con un estilo de vida saludable. Mantén una dieta equilibrada, realiza ejercicio regularmente y duerme lo suficiente. Estos factores pueden tener un impacto positivo en tu vida sexual al mejorar la energía, la autoestima y el bienestar general. Una vida sexual sana depende de un cuerpo y mente sanos.

Educación sexual

La educación y el acceso a una información contrastada y basada en evidencias es fundamental para tener una vida sexual saludable. Lee libros, artículos científicos y documentos de fuentes fiables sobre sexualidad. Busca información sobre anatomía, fisiología sexual, anticonceptivos, prevención de enfermedades de transmisión sexual y técnicas que te puedan ayudar a mejorar el placer sexual. Consultar a profesionales del campo de la medicina y la sexología también te puede ayudar a tener una mayor y mejor información sobre el tema.

Conocimiento del propio cuerpo, autoaceptación y positividad corporal

En ocasiones, las dificultades o contratiempos a nivel sexual están relacionadas con la falta de conocimiento del propio cuerpo. El tabú de la sexualidad acompaña aún a muchas culturas e impide conocer correctamente nuestro propio cuerpo. Conocerlo y saber cuál es su funcionamiento y sus respuestas es esencial para disfrutar de él.

La aceptación de tu cuerpo y tu sexualidad puede mejorar tu autoestima, tu satisfacción sexual y la calidad de tus relaciones. Una baja autoestima y los complejos sobre el propio cuerpo pueden muchas veces impedir tener una vida sexual sana y satisfactoria.

Comunicación con la pareja

La comunicación abierta, honesta y efectiva es la base de una vida sexual saludable. Hablar abiertamente con la pareja sexual sobre tus deseos, necesidades, preocupaciones y límites es esencial para construir una relación sexual satisfactoria. La comunicación también implica escuchar y ser receptivo a las necesidades de tu pareja.

Consentimiento

El consentimiento mutuo, junto con el placer deseado, es fundamental en todas las interacciones sexuales. Ambas partes deben dar su consentimiento de forma libre y voluntaria. No se debe presionar ni obligar a nadie a participar en actividades sexuales contra su voluntad. Se debe respetar que el consentimiento pueda ser retirado en cualquier momento.

Prácticas seguras

El uso de métodos anticonceptivos de barrera como los preservativos pueden prevenir los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual (ITS). Las revisiones periódicas y las pruebas para identificar ITS son importantes para mantener una vida sexual saludable, especialmente cuando se tienen múltiples parejas sexuales.

Cuidado del bienestar psicológico y la salud mental

El bienestar psicológico, la salud mental y la salud sexual están íntimamente conectados. El estrés, la ansiedad y la depresión pueden afectar la libido y la satisfacción sexual, algo que puede resultar muy habitual en nuestras actuales sociedades de vida acelerada. Por lo tanto, cuidar de tu salud mental puede mejorar tu vida sexual.

Recuerda que cada persona es única y que no hay una solo fórmula para una vida sexual saludable y placentera. Siempre es importante escuchar tus propias necesidades y respetar tus límites y los de tu pareja. Si tienes preocupaciones o dificultades, no dudes en buscar el apoyo de un profesional de la salud sexual o un terapeuta especializado en sexología. Deja la vergüenza a un lado y disfruta de la vida conociéndote a ti mismo.

 

Fuentes