Una alergia es un conjunto de reacciones cutáneas, respiratorias, digestivas, o nerviosas que aparecen en el organismo como respuesta exagerada del sistema inmunológico ante sustancias que en condiciones normales no causan sensibilidad ninguna. Las alergias más comunes aparecen por la ingesta de ciertos alimentos, por el contacto con sustancias, plantas o animales y pueden producir síntomas muy variados. Vamos a descubrir algunas alergias poco comunes y muy curiosas. ¿Te apetece?

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Alergia al sol

También se denomina urticaria solar. Se producen ronchas, ampollas, granitos e incluso quemaduras, ante la más mínima exposición a los rayos del sol. También se puede acompañar de mareos, cefaleas y síncopes. Las personas necesitan protección total y evitar siempre la insolación. El tratamiento incluye también antihistamísnicos y corticoides orales, además de una dieta rica en antioxidantes.

Alergia al sudor

Urticaria colinérgica. La alergia al sudor se desencadena ante cualquier situación que aumente la temperatura corporal y la transpiración. Aparecen ronchas que pican y producen calor o quemazón. Técnicamente no es una alergia sino una dermatitis que es más frecuente en pacientes con rinitis, urticaria y dermatitis atópica. Se utilizan antihistamínicos y se deben evitar situaciones que produzcan elevación de la temperatura, y en el caso de deportistas tejidos sintéticos y que no transpiren. Es bueno aplicar cremas emolientes tras el baño.

Dermografismo o alergia a la presión

Es una hipersensibilidad ante cualquier golpe o presión sobre la piel, manifestándose con manchas, ronchas, edemas, enrojecimiento y picor. El tratamiento pasa por la administración de antihistamínicos y cuidados paliativos y preventivos, como evitar ropa muy ajustada, costuras o gomas que dejen marca o secarse la piel de forma vigorosa.

Alergia a la carne

Dentro de las alergias a alimentos es poco frecuente.  Los expertos la denominan alpha-gal, por el tipo de azúcar presente en la carne  de los mamíferos y que provoca la hipersensibilidad. Al parecer, es la picadura de una garrapata la que hace aumentar la IgE que produce la reacción ante ese azúcar. Da lugar a una urticaria general, sensación de ardor y si no se trata rápido puede producir un shock anafiláctico.

Alergia al frío

Es una reacción de la piel ante estímulos fríos como el viento, el contacto con agua fría o la temperatura ambiental. Produce dolor abdominal, cefalea e incluso fiebre además de síntomas en la piel como ronchas, enrojecimiento y ampollas. Se trata como todas con antihistamínicos y se recomienda evitar el contacto y la ingestión de agua a baja temperatura, abrigarse bien en los meses de invierno con guantes y bufandas y probar la inducción de tolerancia al frío con exposiciones controladas.

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