La mayoría de enfermedades metabólicas (incluida la obesidad) tienden a inflamar nuestro cuerpo. Esta dieta busca reducir o eliminar esta inflamación. Añadiendo algunos alimentos antiinflamatorios podemos prevenir dolencias, mejorar nuestra salud y sentirnos mejor. 

En AXA Health Keeper tenemos un gran equipo de nutricionistas y endocrinos que te ayudarán a crear un plan alimenticio adecuado para ti. Consúltales.

Determinados alimentos y hábitos influyen en nuestro estado de salud. La dieta ayuda a prevenir y combatir problemas o dolencias como la inflamación. Esta se produce cuando nuestro organismo se defiende de agentes que podrían ser dañinos, como lesiones, infecciones o toxinas, para curarse a sí mismo.

Cuando algo daña nuestras células, liberamos sustancias químicas, como anticuerpos y proteínas, en respuesta a esta agresión. La inflamación puede ser aguda (un hematoma o una hinchazón por una lesión), y apenas dura unos días, o crónica, que sucede cuando la respuesta de nuestro cuerpo de defenderse dura y nos mantiene en un estado de alerta constante.

La inflamación crónica puede ser perjudicial para la salud y está vinculada a distintas enfermedades, como cáncer, diabetes, depresión, artritis y Alzheimer. Sin embargo, determinados alimentos ayudan a reducir la inflamación y, además, aportan mayor bienestar.

Beneficios de la dieta antiinflamatoria 

Más que una dieta como tal, es un estilo de vida con una alimentación a base de ingredientes que previenen o disminuyen los procesos inflamatorios. La dieta antiinflamatoria es muy útil para prevenir estas patologías:

Dolencias cardiovasculares. Según la Sociedad Española de Cardiología, la dieta mediterránea las previene. Evita la obesidad y la diabetes, que se aparecen a través de procesos inflamatorios. 

Problemas articulares. La artritis, la artrosis y la artritis reumatoide son inflamaciones de las articulaciones que pueden mejorarse con una alimentación adecuada.

Síndrome premenstrual. El aumento de vitaminas y de omega 3 ayuda a aliviar síntomas como el dolor de cabeza, el muscular y el abdominal.

 Muerte prematura. El Instituto de Medicina de Estocolmo demostró que la dieta antiinflamatoria reduce el riesgo de muerte por cáncer y alarga la vida, incluso en los fumadores.

Alimentación alcalina y antiinflamatoria 

La dieta alcalina sostiene que las enfermedades se desarrollan en un medio ácido, es decir, con un pH bajo (inferior a 7). Para prevenirlas, hay que aumentar el pH de nuestro organismo mediante alimentos alcalinos.

La dieta alcalina fomenta el consumo de verduras, aunque carece de base científica, según algunos nutricionistas. Estos aseguran que el pH del organismo varía (la piel suele estar entre 4 y 6,5, mientras que el pH del estómago se sitúa entre 1,35 y 3,5) y que no podemos cambiarlo.

Aun así, quienes defienden esta teoría consideran que la dieta debería incluir, como mínimo, un 80% de alimentos alcalinos y un 20% de acidificantes o neutros. ¿En qué se diferencian?

  • Alimentos alcalinos. Ayudan a mantener un pH equilibrado para evitar desajustes en nuestro organismo. Frutas, verduras y semillas forman parte de este grupo.
  • Alimentos acidificantes. Las carnes en general, el azúcar, el marisco y el alcohol son alimentos con un pH inferior a 7.
  • Alimentos neutros o de baja alcalinidad. Garbanzos, judías rojas, arroz y pasta integral, aceite de coco y frutas como uvas y plátanos son alimentos moderadamente ácidos, cuyo consumo debería ser del 20% como máximo.

Bayas

Dieta semanal antiinflamatoria

Los siguientes siete alimentos pueden ayudar a prevenir y a reducir la inflamación.

Verduras de hoja verde. Acelgas, espinacas, brócoli, coliflor y coles de Bruselas tienen propiedades antiinflamatorias. El aguacate, los chiles y los champiñones crudos también.

Bayas. Las fresas, los arándanos y el açai son una fuente de antioxidantes que pueden reducir la inflamación y aumentar la inmunidad. Tómalos solos o añádelos a tus batidos.

Omega 3. Están presentes el pescado azul (salmón, sardinas), men nueces y almendras y en las semillas de sésamo y lino. Agrega estas últimas a tu desayuno o como aliño en ensaladas.

Cúrcuma. Posee curcumina, un colorante natural con demostrados beneficios antiinflamatorios. Puedes incorporar cúrcuma a cremas, sopas, arroces, guisos e incluso a la harina del rebozado.

Jengibre. Disminuye la producción de citocinas, proteínas que favorecen la inflamación crónica. Además, es muy efectivo contra el dolor de estómago. Sírvelo con verduras y pescado.

Cerezas y papaya. Las antocianinas y el ácido elágico de las cerezas son antioxidantes que protegen las células. La papaya mejora la digestión y ayuda a desinflamar el abdomen.

Té verde. Es rico en flavonoides, que ayudan a calmar la inflamación en el cuerpo. Prepárate a diario una infusión de hierbas naturales y evita tomarla con azúcar.

Como ves, la alimentación juega un papel clave a la hora de prevenir o minimizar un proceso inflamatorio. Combínala con la práctica deportiva para mejorar esa dolencia y el estado general de tu salud. 

En AXA Health Keeper 
queremos que aprendas a comer bien.

Fuentes:

Inflamación, dieta y enfermedad cardiovascular: resultados del estudio SUN. Raúl Ramallal Martínez, Estefanía Toledo Atucha, Miguel A. Martínez-González, Aitor Hernández-Hernández, Ana García Arellano, Nitin Shivappa, James R. Hébert JR, Miguel Ruiz-Canela. Sociedad Española de Cardiología. Octubre 2015. https://secardiologia.es/comunicacion/notas-de-prensa/notas-de-prensa-sec/6713-inflamacion-dieta-y-enfermedad-cardiovascular-resultados-del-estudio-sun

Influence of anti-inflammatory diet and smoking on mortality and survival in men and women: two prospective cohort studies. J. Kaluza et al. Journal of Internal Medicine. September 2018. https://doi.org/10.1111/joim.12823