En AXA Health Keeper te hemos hablado en varias ocasiones de las dietas depurativas: De la dieta depurativa de la piña, de la dieta depurativa del hígado… ¿las recuerdas?
Estas dietas no se deben alargar más de tres días. Pero la pregunta que todo el mundo se hace es: realmente con una dieta de un solo día, ¿podemos conseguir algún beneficio?
Quédate con nosotros y te lo aclaramos.

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¿En qué consisten las dietas depurativas?

Las dietas depurativas tienen como misión limpiar el organismo desde dentro favoreciendo la eliminación de toxinas y preparándolo para seguir con una alimentación equilibrada y completa, tras un periodo en el que te hayas cuidado menos, tras unas fiestas o celebraciones en las que te hayas excedido un poco, o simplemente antes de comenzar una dieta para conseguir un peso adecuado.

Son una alternativa a los ayunos que además de ser difíciles de seguir, no están recomendados por los nutricionistas, porque son muy restrictivos.

Las dietas depurativas, consisten en tomar durante uno o varios días una dieta basada principalmente en frutas y verduras, que gracias al aporte de agua, fibra, vitaminas y minerales, consiguen un efecto diurético, dejan descansar al sistema digestivo (estómago, hígado, riñones, páncreas, vesícula) y limpian de impurezas el intestino.

La Dieta Depurativa de un día NO es un mito

Se coherente y no esperes un milagro. Ya sabes de sobra que los milagros en dietas no existen. Es cuestión de comer bien y completo.Pero tampoco es una broma y es cierto que una dieta de un solo día, a base de fruta y verdura te puede reportar varios beneficios.

  1. Eliminas líquido.
  2. Absorbes mejor las vitaminas y los minerales.
  3. Pierdes volumen.
  4. Limpias la piel.
  5. Mejoras la digestión.
  6. Recuperas energía.
  7. Eliminas toxinas.

Si lo que quieres es adelgazar más dos o tres kilos este tipo de dieta no es lo que necesitas, pero sí la puedes utilizar como Dieta del Día Después, por ejemplo el 26 de Diciembre o el 2 de Enero, para poner tu cuerpo a punto después de dos días de aporte extra de azúcares, grasas y alcohol.

Aquí te dejamos varios ejemplos:

Dieta 1: La del caldo.

Desayuna café o té verde y un zumo de naranja, pomelo o piña. Natural y sin azúcar.

Come y cena un consomé de verduras con puerro, apio y cebolla, y 40 gramos de arroz o pasta integral. De postre un yogur desnatado.

A media mañana y de merienda una fruta (piña, kiwi o naranja).

Toma a lo largo del día al menos un litro del mismo caldo de verduras, frío o caliente, e infusiones si deseas de manzanilla o hinojo.

Esta dieta es muy pobre en calorías. Te hará ir al baño a todas horas. Para no sentir frío toma mejor el caldo tibio, no hirviendo.

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Dieta 2: La del puré.

Desayuna un zumo de limón con agua tibia, té rojo y yogur de soja con avena integral.

Come y cena puré de calabacín, puerro y apio. Al mediodía pollo a la plancha y por la noche merluza hervida o al horno. De postre piña natural y té verde o menta poleo.

A media mañana y de merienda batido de frutas (pera y manzana con leche de avena).

Esta dieta aporta un poco más de energía, aunque sigue siendo un poco triste. 😉

Dieta 3: La del gazpacho

Desayuna fruta entera o zumo. Un café con leche desnatada y un biscote integral.

Come y cena una taza de gazpacho. Al mediodía pescado blanco al vapor y por la noche un huevo revuelto con champiñones. De postre una infusión.

A media mañana y de merienda un kiwi o una naranja.

Si te gusta el gazpacho esta dieta te será más fácil de seguir.

Recuerda que si después de hacerla vuelves a ponerte tibio de polvorones, no te habrá servido de nada, ¿eh? Sé un poco listo y hazla si de verdad quieres cuidarte.

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