En los últimos años, la incidencia de diabetes mellitus tipo 2 se ha disparado, y nuestros hábitos de vida tienen mucha culpa de ello. Vamos a enseñarte algunos consejos para mejorarlos y así prevenir la diabetes tipo 2.

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Diabetes tipo 2. Causas.

La diabetes es una enfermedad metabólica, por la cual la glucosa no es capaz de entrar en las células para ser utilizada como energía y se queda en la sangre. Esto se puede producir porque no se produzca suficiente insulina o porque esta insulina no sea eficiente, o el organismo se haya vuelto resistente ante ella. Una glucemia elevada, mantenida en el tiempo produce muchos problemas de salud.

La diabetes tipo 2 se conocía hasta hace pocos años como la diabetes de adulto, pues era más frecuente en personas entre 40 y 60 años. Hoy en día, sin embargo, existen miles de casos en adolescentes o jóvenes adultos. La causa hay que buscarla en los hábitos de vida y de alimentación que han variado, y mucho, en las últimas décadas. Así pues, son factores de riesgo importantes para la diabetes tipo 2:

  • La obesidad o el sobrepeso.
  • Las hiperlipidemias.
  • La hipertensión arterial.
  • Las dietas hipercalóricas y ricas en grasas saturadas y azúcares simples.
  • El sedentarismo.
  • El síndrome metabólico, en el que están presentes 3 o más factores de riesgo cardiovascular.

También existe un componente genético que haría a los hijos de personas con diabetes más susceptibles a sufrir la enfermedad.

Síntomas diabetes tipo 2

En su fase inicial no produce síntomas y muchas veces se diagnostica casualmente en una analítica de rutina en la que se observa una glucemia elevada. Posteriormente puede aparecer:

  • Fatiga.
  • Problemas de visión.
  • Sed constante.
  • Hambre a horas inusuales
  • Aumento de las micciones.
  • Procesos infecciosos de repetición.
  • Heridas que curan con lentitud.

Cómo prevenir la diabetes tipo 2

Una correcta alimentación y una vida activa, alejada de hábitos insanos va a ser clave para prevenir este tipo de diabetes. Pon atención:

  • Evita el sedentarismo. El mejor ejercicio es el cardiovascular, en el que incrementas el gasto energético, porque aceleras la respiración y el pulso y mueves todo el cuerpo, pero cualquier deporte o disciplina es válido. Lo que es importante es que dure al menos 30 minutos, y que lo hagas de forma regular. Tres o cuatro veces por semana.
  • Mantén un peso correcto. Que tu índice de masa corporal no supere los 24 puntos. Ya sabes: IMC= peso/ talla². Una alimentación equilibrada y el ejercicio te ayudarán a lograrlo.
  • Evita las hiperlipidemias, tanto el colesterol como los triglicéridos.
  • Bebe suficientes líquidos, unos 8 vasos de agua al día. Evita las bebidas azucaradas y el alcohol y no te excedas con las bebidas estimulantes que aumentan la presión arterial.
  • Deja de fumar. Un meta-análisis realizado con estudios de los últimos 40 años sobre el tabaquismo confirma que el tabaco aumenta el riesgo de sufrir diabetes, hasta en un 61% en fumadores de más de un paquete diario.
  • Duerme lo suficiente. El descanso ayuda a mantener el metabolismo activo y controlar la glucemia.

dieta diabetes tipo 2

Dieta para diabéticos tipo 2.

  • Aumenta la ingesta de fibra, que favorece el tránsito intestinal. Los alimentos integrales como arroz, trigo, quinoa, avena…etc, evitan los picos de glucosa y ayudan a mantener la glucemia más estable.
  • Come más veces al día. Seis o siete. Así comerás menos cantidad y no se producirán subidas bruscas del azúcar.
  • Incrementa la ingesta de proteínas vegetales: legumbres, cereales integrales, frutos secos (nueces, almendras, avellanas…), algas, semillas…
  • Reduce el consumo de carnes rojas y aumenta el consumo de aves y pescado azul.
  • Cocina siempre con aceite de oliva.
  • Controla el exceso de sal y aumenta las especias para dar sabor. Muchas especias tienen efectos metabólicos que pueden ayudar en el control del azúcar en sangre (orégano, canela, jengibre, ajo…).
  • Apuesta por los lácteos desnatados.
  • El mejor patrón de alimentación que puedes seguir es sin duda la dieta mediterránea, rica en alimentos frescos y reducida en alimentos procesados.
  • Mantén a raya el consumo de alimentos azucarados. Bollería, dulces, chuches, postres lácteos, helados, salsas…

No olvides hacerte todos los controles periódicos necesarios y pregunta siempre a tú médico si tienes alguna duda.

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