Las varices son un trastorno del sistema vascular en el que se produce un problema en el retorno venoso de la sangre que puede tener repercusiones estéticas. Las alteraciones hemodinámicas que tienen lugar van acompañadas de edema, dolor y pesadez que pueden ser aliviados mediante un adecuado tratamiento.
En los casos más avanzados de enfermedad venosa crónica puede ser necesaria la intervención quirúrgica.
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Qué son las varices
Las varices son la manifestación más frecuente de la enfermedad venosa crónica. Hasta el 75% de la población puede presentar algún grado de enfermedad venosa crónica, cuya prevalencia aumenta con la edad.
Principalmente se trata de un problema hemodinámico con repercusión estética que puede provocar molestias. Las manifestaciones más evidentes vienen dadas por la modificación que experimentan las venas superficiales, con dilatación y elongación, lo cual hace que adquieran una forma sinuosa.
Cuáles son las causas de las varices
La causa más frecuente de la aparición de las varices es la existencia de una incompetencia de las válvulas del interior de las venas. Esto provoca un cambio en el sentido del flujo sanguíneo, la sobrecarga de la vena y la dilatación y elongación de la misma.
Las venas están dotadas de un sistema de válvulas en su interior que impide que la sangre retroceda por efecto gravitatorio y permite su progresión hacia el corazón.
En la mayoría de las ocasiones (hasta un 30%), la causa de las varices viene dada por el deterioro en el funcionamiento valvular.
Esta incompetencia de las válvulas sobrecarga a las venas de un excesivo volumen sanguíneo, por lo que estas se adaptan, dilatándose y cambiando su morfología, pudiendo ser perceptibles desde el exterior.
En caso de las extremidades inferiores, la sangre de las piernas vuelve hacia el corazón gracias a la contracción de los músculos de las piernas y del sistema de válvulas que impiden que la sangre vuelva hacia atrás. Cuando estas válvulas se deterioran, la acumulación de sangre y el aumento de presión dentro de las venas acaba por producir su dilatación y la aparición de las varices.
Existes causas menos frecuentes, como las varices secundarias producidas por una trombosis venosa profunda de las extremidades inferiores.
La edad y el sexo femenino son dos factores que se relacionan con un mayor riesgo de padecer varices. Otros factores que pueden predisponer a su aparición incluyen:
- Permanecer largos periodos de tiempo de pie.
- El sedentarismo y la falta de actividad física.
- El embarazo.
- La obesidad.
- Los antecedentes familiares (factores hereditarios).
Síntomas y signos de las varices
Los principales síntomas que pueden aparecer asociados a las varices son la sensación de cansancio y pesadez en las piernas, dolor constante de baja intensidad y picor. Estos síntomas suelen agravarse tras estar de pie de forma prolongada y al permanecer en ambientes calurosos.
También pueden aparecer calambres musculares por la noche en los gemelos, cambios en la coloración de la piel y edema por la acumulación de líquido en las piernas.
Las complicaciones que pueden aparecer en los casos más evolucionados de varices incluyen las hemorragias por rotura de las venas varicosas, además de ulceración, eccema y trombosis en las venas superficiales.
Para el diagnóstico y la valoración del funcionamiento venoso no existe un único método capaz de suministrar la información que permita tomar las decisiones clínicas adecuadas y establecer las estrategias de tratamiento oportunas. Sin embargo, el procedimiento no invasivo del Eco-Doppler permite estudiar el flujo sanguíneo venoso y determinar el punto de incompetencia valvular, constituyendo una técnica diagnóstica de gran ayuda para las varices. Esta puede ser muy útil para clasificarlas clínicamente en los 6 grados en los que se diferencian en función de su gravedad.
El mejor tratamiento para las varices
Con el fin de aliviar el dolor y prevenir el empeoramiento de las venas varicosas se pueden establecer una serie de hábitos que incluyen:
- Actividad y ejercicio físico de manera habitual.
- Pérdida de peso, especialmente en caso de obesidad.
- Elevar las extremidades inferiores, manteniéndolas en alto.
- Evitar los periodos prolongados de pie o sentados.
Por otro lado, el uso de medias de compresión elástica permite controlar los síntomas y la evolución de las varices. La terapia compresiva con medias puede favorecer el retorno venoso y mejorar el edema, aliviando la sintomatología derivada del mismo y retardando la progresión de las varices.
En cuanto al tratamiento farmacológico de las varices, este se enfoca en el alivio de los síntomas. Algunos fármacos flebotónicos por vía oral pueden resultar eficaces.
Cuando el establecimiento de hábitos saludables o la utilización de medias de compresión no son suficientes, o si la enfermedad se agrava, el cirujano vascular puede contemplar el tratamiento quirúrgico para las varices.
Las opciones de tratamiento invasivo dependerán de las causas, los síntomas, el tamaño y la ubicación de las venas afectadas y las preferencias del paciente. En cualquier caso, la cirugía suele ser una opción terapéutica definitiva para las varices, ya sea por razones estéticas o por los problemas de salud asociados.
Además de la exéresis de las venas afectadas o resección, existen otras opciones terapéuticas como la escleroterapia, con la inyección de sustancias esclerosantes que bloquean la variz y la hacen desaparecer.
El objetivo de la cirugía, en cualquiera de sus formas (cirugía abierta, endovenosa o mediante escleroterapia) es eliminar el reflujo sanguíneo para restablecer la normalidad hemodinámica y extirpar las varices visibles con el fin de atenuar los síntomas, prevenir la recurrencia y minimizar las complicaciones.
También existen técnicas que producen calor para conseguir la ablación de la variz, como el endoláser y la radiofrecuencia.
En el caso de la presencia de venas reticulares superficiales o telangiectasias (arañas vasculares) el tratamiento de elección es la esclerosis y las técnicas con láser sin necesidad de hacer incisiones en la piel.
En definitiva, el tratamiento más adecuado dependerá de las circunstancias de cada paciente. Para las varices más evolucionadas, la cirugía es el tratamiento de elección. Por el contrario, en el caso de varices menores se deberá optar por otras opciones terapéuticas menos invasivas, como las medias elásticas, los cambios en el estilo de vida (incluyendo pérdida de peso), la elevación de piernas y los medicamentos.
Fuentes
- Sociedad Española de Medicina Interna. Varices venosas. Consultado: 20/03/2023.
- Carrasco E, Diaz S. Recomendaciones para el manejo de la Enfermedad Venosa Crónica en Atención Primaria. Semergen & Semfyc 2020. Consultado: 20/03/2023.
- Hamdan A. Management of varicose veins and venous insufficiency. JAMA 2012; 308(24): 2.612-2.621. Doi: 10.1001/jama.2012.111352.

Dr. Pedro L. González
Responsable de la redacción/ supervisión de los artículos publicados en AXA Health Keeper.
Pedro Luis González es médico especialista en Medicina Preventiva y de Salud Pública, periodista científico (Col·legi de Periodistes de Catalunya) y tiene varios postgrados en ciencias del comportamiento, administración sanitaria y diseño de sistemas de salud.
Life Coach y conferenciante público, ha creado la Propuesta Habittude basada en la ciencia del comportamiento aplicada a la autogestión de la salud, creando diversos servicios digitales de gestión del bienestar y del estilo de vida como forma de resolver la crisis de la cronicidad en los sistemas sanitarios.
Representa a la Organización Europea de Medicina del Estilo de Vida (ELMO) en España y trabaja con diversos actores sanitarios en el avance del pensamiento innovador para el empoderamiento de los ciudadanos respecto a su propia salud.