Probablemente es la planta más conocida de la medicina tradicional china. Varios estudios muestran que es capaz de estimular la memoria, aportar vitalidad y calmar el estrés. Hoy analizamos todos sus beneficios y las precauciones a tener en cuenta antes de consumirla.

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Qué es el ginseng

El ginseng es un tipo de planta perenne que pertenece al género Panax. Suele tardar unos seis años en crecer y posee dos ápices carnosos (parecidos a unas patas) que le confieren una apariencia casi humana.

A lo largo de la historia se la ha considerado una hierba mágica, raíz divina o raíz de la vida. Y es que posee cualidades adaptógenas, que pueden aportar vitalidad al organismo, calmar la mente y aumentar nuestras defensas.

Tipos de ginseng

Hay distintas variedades de ginseng, pero las más populares son:

  • Ginseng americano (Panax quinquefolius).
  • Ginseng asiático, chino o coreano (Panax ginseng). Rojo o blanco.

En realidad, esta clasificación no indica distintos tipos de plantas sino diferentes preparaciones. Pelado y seco, en el caso del blanco. Sin pelar y al vapor, en el caso del rojo.

El ginseng favorece el rendimiento deportivo

Beneficios y usos del ginseng

El ginseng contiene dos compuestos activos importantes: los ginsenósidos y la gintonina, que pueden ayudarnos a mejorar nuestro bienestar. En la antigüedad, se usaba para aumentar la energía y la resistencia y para estimular el sistema inmunológico.

Hoy en día, y aunque la investigación es limitada, existe evidencia de que esta planta puede ofrecer varios beneficios para la salud. Algunos de los más destacados son:

  1. Mejora del rendimiento cognitivo. La Universidad de Corea indica que la gintonina estimula el hipocampo y genera nuevas neuronas, mejorando las funciones cognitivas del Alzhéimer.
  2. Aporta vitalidad. Cuando nos sentimos agotados, el ginseng puede devolvernos la energía. Además, nos ayuda a sobrellevar situaciones exigentes, sin sobreexcitarnos.
  3. Actúa sobre el sistema nervioso. Cada clase de ginsenósidos puede estimular o calmar el sistema nervioso. Así dependiendo del tipo de ginseng, puede haber un efecto diferente.
  4. Estimula la capacidad intelectual. Gracias a sus cualidades vasodilatadoras, mejora el riego del cerebro, aumentando la memoria, la capacidad de comprensión y la facilidad de aprendizaje.
  5. Favorece el rendimiento deportivo. Muchos deportistas lo usan por sus propiedades anabolizantes. Dicen sentirse más fuertes y con ganas de competir tras tomar un té de ginseng.
  6. Disminuye el colesterol. Otro estudio coreano demuestra que el ginseng rojo mejora el metabolismo de los esteroles al disminuir los niveles de colesterol (hipercolesterolemia).
  7. Calma el estrés. Los ginsenósidos Rb1 y RG1 son los responsables de neutralizar el estrés, hacer que no nos deprimamos y que reaccionemos mejor ante las adversidades.
  8. Regula el apetito. El ginseng rojo se suele usar para adelgazar y controlar el apetito, ya que evita la ansiedad por la comida (y por los alimentos insanos e hipercalóricos).
  9. Fortalece las defensas. Ayuda a estimular la formación de glóbulos blancos y fortalecer el sistema inmunitario, lo que nos previene de enfermedades (sobre todo, resfriados).
  10. Reduce el azúcar en sangre. Se ha comprobado que incrementa la secreción de insulina y regula la formación de glucógeno hepático. Por eso, resulta útil para personas con diabetes.
  11. Antiinflamatorio. Científicos de Hong Kong han encontrado que los ginsenósidos pueden actuar sobre el sistema inmunológico, combatiendo la inflamación.
  12. Afrodisíaco natural. La ingestión de raíz de ginseng puede aumentar la potencia sexual al facilitar una mejor irrigación del pene, lo que ayudaría en casos de impotencia o flacidez.

Cuáles son los efectos secundarios del ginseng

El ginseng (como cualquier otro suplemento) puede tener efectos no deseados. Algunos de los más comunes son:

  • Dolor de cabeza
  • Problemas digestivos
  • Insomnio
  • Dificultad para dormir
  • Mareos y palpitaciones

También puede afectar a la presión arterial. Por tanto, si tienes hipertensión es recomendable prescindir de él. Además, el uso de ginseng puede aumentar el efecto de los anticoagulantes, lo que puede suponer un mayor riesgo de efectos adversos como sangrado.

El ginseng está disponible en forma de té, hierbas secas, polvo o cápsulas. Si estás tomando algún medicamento, verifica las posibles interacciones con un médico. En las dosis recomendadas (de 100 a 200 mg al día, durante 30-50 días), el ginseng se considera seguro.

Recuerda que ningún suplemento alimenticio debe suplantar una alimentación equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico y un descanso nocturno de 8 o más horas.

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Fuentes:

  • Centro Nacional de Medicina Complementaria e Integrativa
  • Journal of Translational Medicine