La mayoría de los dolores de cuello, de espalda, los ataques de lumbalgia o de ciática, y hasta lesiones de rodilla o de la planta del pie, se deben a que tu postura al caminar, al sentarte, al dormir, al correr y por supuesto al trabajar, no es adecuada. Hoy queremos darte consejos sobre cómo debe ser la postura correcta delante del ordenador.

En AXA Health Keeper tenemos traumatólogos y especialistas en rehabilitación que pueden darte pautas de higiene postural para que reeduques tu postura y evites molestias futuras. Regístrate con nosotros y empieza a cuidarte.

Cómo corregir la postura de la espalda.

  1. Siéntate en una silla con respaldo alto, que te llegue hasta los hombros.
  2. Colócate lo más atrás del asiento posible.
  3. Los pies deben tocar el suelo para no tirar de las lumbares. Si no llegas, pon un reposapiés.
  4. La pantalla del ordenador debe estar a la altura de tus ojos para que no inclines el cuello. Una inclinación prolongada y tensa puede producir mareos y vértigos.
  5. Los antebrazos deben poder apoyarse en la mesa y el codo estará en un ángulo de 90 grados.
  6. Los hombros relajados y hacia atrás. Si los mantienes contraídos sufrirás cefaleas tensionales.
  7. La distancia entre el ordenador y tú debe ser de 40 centímetros.
  8. Evita una iluminación demasiado baja, o que incida directamente en la pantalla y produzca reflejos.
  9. Cada hora levántate, cambia de postura y estira el cuello hacia los lados.
  10. Mueve los hombros arriba y abajo y balancea los brazos de atrás hacia delante y hacia los lados.

Cuál debe ser la postura correcta delante del ordenador?

Recuerda estas otras ideas y ejercicios para mantener una adecuada higiene postural y una correcta postura delante del ordenador y en el resto de tus actividades diarias.

  • Apoya la espalda en la pared. Los dos hombros y los glúteos.
    Si te entra la mano en el hueco entre las dorsales y los glúteos tienes demasiada curvatura y eso te dará problemas lumbares. Apoya toda la columna y mantén la posición unos minutos.
  • Cierra los ojos y colócate en una postura en la que consideres que estás recto.
    Abre los ojos y mírate en un espejo. ¿Estás torcido? Entonces sufres algo de escoliois y a la larga, puedes sufrir dolores en los hombros, lumbares y rodilla. Rectifica la postura y memorízala.
  • Apoya siempre toda la planta del pie en cada paso, no solo el talón.
    Así la energía del impacto se repartirá mejor y tendrás más fuerza para dar impulso.
  • De pie con las piernas juntas. Hombros relajados y cabeza alta.
    Haz giros con los brazos hacia delante y luego hacia atrás. Levanta los brazos por encima de la cabeza y estira ahí toda la musculatura de la espalda.
  • En la misma postura deja caer los brazos e inclina la espada, mientras expulsas todo el aire.
    Balancea los brazos que casi rozarán el suelo. Piernas estiradas.
  • Tumbado boca abajo, con los brazos estirados.
    Eleva los brazos y despega el torso del suelo unos segundos, mientras espiras. Baja inspirando y repite.
  • Coloca unos libros sobre la cabeza y mantente erguido para que no caigan.
  • Utiliza un palo de escoba. Colócalo sobre tus hombros por detrás de la cabeza y sujétalo con las dos manos. Tuerce y gira el tronco sin mover ni las piernas ni las caderas hacia los lados.

El ejercicio físico es un gran aliado para tener una postura correcta, pero recuerda que un entrenador personal puede ayudarte a que siempre te coloques de forma correcta y reduzcas el riesgo de lesiones.

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