Tenemos un país con unos paisajes maravillosos. Montañas impresionantes, bosques verdes, prados extensos, mesetas inmensas, ríos, acantilados, playas… Podemos conocer esa diversidad y disfrutar de ella a través de una práctica deportiva que día a día suma cientos de adeptos, estimulante y atractiva: El senderismo.

Estar en contacto con el entorno y además ponerse en forma es todo un lujo. ¿No te parece?

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¿Sabes por qué es tan bueno practicar senderismo?

  1. Te mantiene en forma, porque mueves las piernas, la espalda y el abdomen y utilizas los brazos. Tonifica los músculos y fortalece los huesos.
  2. Mejora tu capacidad respiratoria. Al aire libre oxigenas mejor el cuerpo.
  3. Activas la circulación, así que ayudas al corazón.
  4. Mantienes equilibrada la tensión arterial al mejorar el flujo sanguíneo.
  5. Te ayuda a controlar el peso, porque quemas calorías, más aún si el terreno es empinado o complicado, pues tu intensidad aumenta.
  6. Previenes enfermedades de los huesos y dolores articulares.
  7. Mejoras la flexibilidad y minimizas el riesgo de lesiones.
  8. Mejoras la postura de la columna y así alivias los dolores y contracturas.
  9. Disminuyes el riesgo de depresión y te ayuda a liberar la ansiedad y la tensión.

Hacer senderismo no es caminar por la calle…

Tenlo en cuenta y prepárate bien:

  1. Calienta los músculos antes de comenzar. Puedes subir y bajar escaleras o trotar en el sitio. Aumentarás tu frecuencia cardiaca y respiratoria. En Health Kepeer by AXA tienes un artículo para aprender a calentar bien.
  2. Haz estiramientos de tobillos, gemelos, cuádriceps, femorales y costales. Estira el cuello y haz rotaciones de hombros. Así los desniveles de terreno, las subidas o bajadas y el piso irregular no te harán daño.
  3. Acomoda tu ropa al terreno y a la meteorología. Utiliza calzado con buena amortiguación y lleva ropa que transpire e impermeable.
  4. No pases calor ni frío. Utiliza ropa con cremalleras, que puedas abrir y te puedas quitar con facilidad.
  5. Protege tus ojos con gafas de sol y tus labios con labiales con filtro.
  6. Ponte cremas solares aunque esté nublado o sea invierno.
  7. Lleva líquido para no deshidratarte. Puede ser sólo agua, pero si la sesión va a ser muy intensa o hace mucho calor, necesitarás recuperar sales minerales.
  8. Toma algo de alimento. Unos frutos secos que te den energía o una barrita de cereales. Sin experimentos. Lo que comas que sepas que te sienta bien.
  9. No salgas nada más comer. Espera al menos dos horas para hacer la digestión.
  10. Evita salir solo. Hacerlo en grupo evita que claudiques al primer síntoma de cansancio.

Disfruta del entorno, del aire, de la luz, del sol o de la lluvia si te acompaña. Te sentirás lleno de energía y con ganas de repetir.

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