El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, en inglés) y el grupo de trabajo sobre COVID-19 de la Agencia Europea del Medicamento (EMA en inglés) han llegado a la conclusión de que se puede administrar una cuarta dosis (o segunda dosis de refuerzo) a los adultos de 80 años o más, tras revisar los datos sobre el mayor riesgo de COVID-19 grave en este grupo de edad y la protección que proporciona una cuarta dosis. Sin embargo, concluyen también -a diferencia de las agencias estadounidenses- que es demasiado pronto para considerar el uso de una cuarta dosis de las vacunas COVID-19 de ARNm en la población general.

Por el Dr. Pedro L. González, especialista en Medicina Preventiva y de Salud Pública y periodista científico

El NO de las agencias europeas no es determinante, solo temporal y en espera de conocer más datos. Ambos organismos mantienen la recomendación de segunda dosis de refuerzo en personas con problemas en su respuesta inmunitaria. Esto incluye a algunos enfermos de cáncer, trasplantados en diálisis renal, mayores de 40 años con síndrome de Down o personas que toman fármacos que suprimen la respuesta inmunitaria.

La aparición de nuevos casos de infección por SARS-CoV-2 respecto a la población general (tasas por cien mil habitantes) continúa siendo muy alta en muchos países europeos, incluyendo España y Francia. Pero la incidencia de casos graves (hospitalizaciones, ingresos en UCI, fallecimientos) se mantiene en tasas bajas.

Los casos graves proceden fundamentalmente de personas mayores de 60 años y son mucho menores en adultos jóvenes con un sistema inmunitario fuerte. Por esta razón, las autoridades europeas consideran que generalizar la cuarta dosis no va a aportar grandes ventajas adicionales.

Tampoco hay signos de que, en las personas entre 60 y 80 años, la protección proporcionada por las terceras dosis este desvaneciéndose.

Además, Europa se encamina hacia el buen tiempo. Y con buen tiempo las personas permanecen más tiempo al aire libre. Aunque no es obvio que el coronavirus tenga -o vaya a tener en el futuro- comportamientos estacionales, los virus respiratorios suelen transmitirse peor en verano.

Los expertos europeos barajan otros argumentos de peso para esta cautela: el virus ha ido cambiando, pero las vacunas no. Todas las vacunas se han desarrollado frente a la variante original de Wuhan. Y en estos dos últimos años el SARS-CoV-2 ha evolucionado, por lo que es necesario desarrollar nuevas -y mejores- vacunas, lo que exige tiempo.

Algunos especialistas en inmunología apuntan a que la repetición de la misma vacuna, tan próxima en el tiempo, podría conducir a una cierta fatiga de la respuesta inmunitaria. En cualquier caso, la respuesta de las autoridades sanitarias va a ser una de adaptación, lo más urgente posible a la evolución de los acontecimientos.

Joven retirándose la mascarilla y respirando profundamente al aire libre.

Cómo se aplica la cuarta dosis de vacunas COVID en el mundo

Los países están dando diferente respuesta a lucha contra la infección COVID en este momento de la pandemia. Israel fue pionera en ofrecer una segunda dosis de refuerzo a los mayores de 60 años y profesionales sanitarios que habían recibido la tercera al menos 4 meses antes. Sin embargo, eso no les salvó de una durísima oleada Ómicron a final de enero.

De hecho, la mayor parte de la evidencia sobre la cuarta dosis en población general procede de un estudio con bases de datos en Israel y en periodo de predominio Ómicron. En el estudio se vio que la protección frente a infección parece desvanecerse rápidamente y la protección frente a enfermedad grave no se siguió suficiente tiempo. Además, el estudio cuenta con algunas limitaciones para poder generalizar sus resultados a otros contextos.

Estados Unidos, basándose en los estudios israelíes, recomendó la cuarta dosis para mayores de 50 años. En Latinoamérica, Chile las administra a mayores de 55 años y Perú a mayores de 70. Argentina, a los mayores de 50 previamente vacunados con la vacuna china. En Brasil, para mayores de 80.

En Europa, nueve países recomiendan la administración de la cuarta dosis en diferentes tipos de población vulnerable, como las personas que viven en residencias de ancianos. Se trata de Chipre, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Holanda y Suecia. Reino Unido aprobó la cuarta para las personas de 75 y más años. Otros muchos, incluida España, no la recomiendan más allá de grupos específicos siguiendo las recomendaciones europeas.

Fuentes:

  • ECDC and EMA issue advice on fourth doses of mRNA COVID-19 April 6th https://www.ema.europa.eu/en/news/ecdc-ema-issue-advice-fourth-doses-mrna-covid-19-vaccines
  • Su Zhaohui, Cheshmehzangi Ali, McDonnell Dean, da Veiga Claudimar Pereira, Xiang Yu-Tao. Mind the Vaccine Fatigue. Frontiers in Immunology VOLUME=13 YEAR=2022 DOI=10.3389/fimmu.2022.839433
  • Protection by a Fourth Dose of BNT162b2 against Omicron in Israel. Yinon M. Bar-On, M. April 5, 2022 DOI: 10.1056/NEJMoa2201570
  • COVID-19: latest updates. EMA