Los contagios que causan la COVID-19 se están reduciendo y todos, ciudadanos y gobiernos quieren volver a la “normalidad”. Sin embargo, cualquier proclamación de que la pandemia ha terminado ignora el posible recrudecimiento de una nueva variante con alta transmisión y escape inmunológico. Sea como sea, hay que considerar y evaluar todos los escenarios, pensar en lo mejor, pero prepararse por si acaso para lo peor.

Por el Dr. Pedro L. González, especialista en Medicina Preventiva y de Salud Pública y periodista científico

Diversos grupos de científicos han tratado de pronosticar cuál será la evolución de la pandemia. En todos los casos han llegado a conclusiones similares, dibujando que, no prediciendo, tres escenarios posibles:

  • La situación de endemia, en la que el SARS-CoV-2 se uniría a los otros cuatro coronavirus que causan los resfriados comunes. De esta forma, el coronavirus de la COVID-19 seguiría con nosotros, pero provocaría síntomas leves en prácticamente todos los casos.
  • Infección tipo gripe. En este caso el virus provocaría enfermedad grave y muerte a cierto porcentaje de la población de riesgo (como los ancianos), lo que podría poner en tensión los sistemas sanitarios en ciertas é
  • La aparición de una nueva variante que podría escapar parcial o totalmente a la protección inmunitaria ofrecida por las vacunas o por las infecciones previas. Esto podría suceder de dos formas:
    • Una recombinación genética entre el SARS-CoV-2 y un betacoronavirus humano.
    • Una zoonosis inversa hacia los animales criados en granjas (por ejemplo, los casos de hámsteres dorados infectados en Hong Kong, visones en Europa, ciervos en Norteamérica, animales de compañía, animales en zoológicos, etc.). que cuando vuelve a pasar a los humanos puede acabar creando una nueva cepa de virus como la que surgió en 2019.

El Grupo de Asesoramiento Técnico de la OMS sobre la Evolución del Virus del SARS-CoV-2 ha advertido de que la variante BA.2 de Omicron parece propagarse con mayor rapidez, y que debería seguir considerándose una variante preocupante. Aún así, se desconoce si tiene una mayor capacidad de reinfección. Además, los primeros datos disponibles sugieren que esta variante es ligeramente más capaz de evadir la inmunidad adquirida contra las variantes anteriores, como la Delta y la Alfa.

En cualquier caso, en la población se han creado capas de inmunidad, natural o adquirida, capaces de proporcionar una protección bastante amplia. Lo que no implica que haya que abandonar de golpe todas las medidas de protección. Al contrario, se promueve la idea de ya que esperamos que los virus sean estacionales, hay que pensar en programar las campañas de vacunación.

Reunión familiar con mascarilla para prevenir la COVID-19.

Medidas básicas para estar preparados ante una nueva ola de COVID-19 

Podemos aceptar que el mundo ha cambiado y adaptarnos según lo que hemos aprendido de los dos últimos años. Las medidas para estar preparados ante una nueva ola de la COVID-19 son según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC):

1) Hacer que el aire interior se parezca lo más posible al exterior. Esto implicará mejorar la ventilación y filtrar y limpiar el aire. Sabemos cómo hacerlo y será eficaz contra cualquier variante futura y cualquier enfermedad transmitida por el aire.

2) Vacunarse. Los datos indican una reducción del 92% de las hospitalizaciones y del 96% de las muertes, pero es necesario desarrollar vacunas capaces de provocar inmunidad en las mucosas, además de la inmunidad sistemática, para combatir la contagiosidad del virus.

3) Llevar mascarilla en interiores sin ventilación y siempre que haya personas vulnerables (ancianos, enfermos crónicos) sea dentro o al aire libre.

4) No acudir enfermos o con síntomas a los trabajos o los centros educativos y llevar mascarilla durante al menos una semana tras el fin de los síntomas.

5) Notificar al médico o al sistema sanitario que hemos enfermado de COVID-19. Es la única manera de conocer la evolución del virus y deja que los responsables de salud pública puedan tomar medidas eficaces.

6) No tocarte la cara con las manos sin lavar o lavadas hace más de dos horas. Se recomienda lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón durante al menos 20 segundos, o limpiarse bien las manos con soluciones a base de alcohol, geles o pañuelos de papel.

7) Tose o estornuda en el codo o utiliza un pañuelo desechable. Si utilizas un pañuelo de papel, deséchalo con cuidado después de un solo uso y lávate las manos.

No existe una relación directa entre la gravedad de la Covid persistente y la gravedad de la infección inicial. Aunque los pacientes hospitalizados corren un mayor riesgo, la mayoría de los pacientes con COVID-19 persistente experimentaron infecciones iniciales leves (o incluso asintomáticas). Por tanto, estas medidas son necesarias para evitar causar daños duraderos en los órganos y dar lugar a una gran carga de enfermedad.

Fuentes:

  • Cinquième vague de covid-19, variant Omicron: ce quont déclaré les infectiologues au Sénat. https://www.publicsenat.fr
  • WHO’s Technical Advisory Group on SARS-CoV-2 Virus Evolution (TAG-VE) Statement on Omicron sublineage BA.2. February 27th
  • Prevention and control of COVID-19. European Centre for Disease Prevention and Control