Recupérate de los excesos navideños y ponte en forma

Aunque hayas tenido cuidado durante la Navidad y hayas intentado compensar los excesos, siempre habrá caído algún dulce, alguna copilla, algún paté, algún queso o alguna salsa de más.

Es normal, y no debes torturarte por ello. Has disfrutado en compañía de los tuyos y en nuestra sociedad las celebraciones siempre son entorno a una mesa, así que es difícil evitarlo.

Pero una vez que las fiestas han terminado, es hora de que te pongas en serio a recuperar la forma física, a eliminar los kilos que hayas subido y a volver a sentirte sano y pleno.

¿Cómo lograrlo?

  1. Acostúmbrate a tomar al menos cinco raciones al día de frutas y verduras. Es fácil si tomas fruta en el desayuno, en el almuerzo y en la merienda y tomas verdura en las dos comidas principales, ya sea cruda en ensalada o cocinada, al vapor, cocida o en puré.
  2. Bebe mucha agua. Olvida los refrescos y por supuesto el alcohol y bebe litro y medio o dos litros al día. Puedes ayudarte tomando caldos de verduras e infusiones depurativas tras la comida.
  3. No te saltes ninguna comida. Come cinco veces al día, y aunque no tengas ganas haz el esfuerzo. Si te cuesta desayunar, toma al menos un zumo o un café con leche. No te olvides de tomar algo a media mañana y a media tarde, mejor fruta, o un lácteo desnatado. Si lo que te cuesta es cenar, toma algo de fruta y un yogur.
  4. Para dejar de sentirte hinchado, toma alimentos que te ayuden a drenar, como caldos con alcachofa, purés de calabaza, espárragos, cebolla, y convierte la piña en una fruta habitual. La puedes comprar enlatada en su jugo. No tiene azúcar añadido y es muy cómodo.
  5. Cambia los modos de cocinar los alimentos. En Navidad has abusado de salsas, fritos, embutidos…intenta ahora que las carnes y los pescados sean a la plancha, hervidos o al horno. Huye de las frituras y rebozados.
  6. Toma infusiones depurativas  y diuréticas como: el  té verde, la cola de caballo, el diente de león, el tomillo, la manzanilla o el té de maca.
  7. Intenta que la pasta, el arroz o los cereales que tomas, incluido el pan, sean integrales, y los lácteos siempre desnatados.
  8. Olvídate durante un tiempo de los dulces, esconde aquellos que te hayan sobrado de la navidad y no compres bollería industrial. Evita también el queso, salvo que sea queso fresco y los embutidos, o el paté. Debes eliminar la grasa animal en lo posible.
  9. Haz deporte. Si cambias tu dieta te sentirás mejor, pero para eliminar peso, no basta con comer mejor. Debes movilizar los depósitos de glucógeno y una vez agotados los depósitos de grasa, al tiempo que tonificas tus músculos y mejoras tu actividad cardíaca y respiratoria. Sal a correr media hora tres veces por semana, o hazlo en el gimnasio si te es más cómodo, ve a nadar dos días, o apúntate a spining o a fitnnes, pero convierte la práctica deportiva en una rutina semanal. En poco tiempo no quedará ni rastro de los estragos de la navidad.

Nadie dice que vaya a ser fácil. Debes ser constante y ordenado. Pero tampoco es imposible. Piensa en la recompensa de verte bien y saber que llevas un estilo de vida equilibrado y saludable. Merece la pena.

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