La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a la piel, aunque en algunos casos también puede afectar a las articulaciones. Dado que se trata de una patología de naturaleza autoinmune, además del tratamiento farmacológico prescrito por el médico, requiere de ciertos cuidados de la piel que deberán tener en cuenta las condiciones climáticas, especialmente en verano.
Qué es la psoriasis y qué cuidados requiere
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de naturaleza autoinmune que afecta principalmente a la piel. También puede afectar a las articulaciones en forma de artritis psoriásica y está asociada al síndrome metabólico, es decir, la combinación de resistencia a la insulina, hipertensión arterial y obesidad. Aunque todavía no existe una cura definitiva, existen tratamientos efectivos en la mayoría de los casos.
La enfermedad parte de una alteración del sistema inmunitario que determina la multiplicación excesiva de las células cutáneas más superficiales de la piel que acaban acumulándose y formando lesiones en forma de placas. Estas suelen ir acompañadas de picor, enrojecimiento y dolor.
La enfermedad evoluciona en forma de remisiones y recaídas o “brotes”. La mayoría de los casos de psoriasis suelen aparecer antes de los 40 años.
Existe un tipo de psoriasis denominado psoriasis guttata o en gotas donde las lesiones son mucho más pequeñas, tienen forma de gota y se asocian a una amigdalitis estreptocócica previa.
Cuidados para la piel en casos de psoriasis
La afectación de la piel en los pacientes con psoriasis determina que esta se vuelva seca y requiera ciertos cuidados especiales de forma cotidiana.
Se recomienda utilizar productos de limpieza neutros y suaves que no contengan fragancias ni perfumes y, dentro de lo posible, sin colorantes ni aditivos.
Las zonas de la piel que pueden verse afectadas por la enfermedad son muy diversas. En muchas ocasiones esta afectación incluye el cuero cabelludo. En este caso, durante la aparición de los brotes pueden utilizarse champús específicos con agentes que faciliten la descamación como el ácido salicílico y los derivados de la brea de hulla.
También se pueden aplicar corticoides que pueden estar en forma de espuma y asociados a la vitamina D. Esta combinación también se utiliza a modo preventivo para retardar la aparición de nuevos brotes.
Además de la utilización de cosméticos y principios activos que pueden contribuir a atenuar o retrasar la aparición de síntomas, un estilo de vida saludable puede ayudar positivamente al estado de la piel. Una dieta equilibrada, la realización de actividad física de forma regular, no fumar y limitar el consumo de alcohol son factores que pueden contribuir al cuidado de la piel y al control de la enfermedad. Además, el control del estrés y los factores emocionales estresantes puede ayudar a controlar la aparición de nuevos brotes.
Se debe evitar que la piel se seque en exceso. Pueden contribuir a ello las duchas o baños muy largos y calientes, al eliminar la película grasa protectora de la superficie de la piel, por lo que se deben limitar en el tiempo.
En este sentido, para recuperar la humedad de la piel son recomendables los productos que contengan urea, glicerina y vitamina E.
En cuanto a la vestimenta, es recomendable usar ropa suave y transpirable para prevenir la irritación de la piel, evitando las telas gruesas, ásperas o ajustadas.
Cuidados de la psoriasis en verano
La llegada del verano para las personas con psoriasis puede ser un acontecimiento estresante en el que imperen la vergüenza, la ansiedad y el miedo al rechazo social por dejar al descubierto las lesiones de la piel cuando se va con menos ropa.
Sin embargo, el verano presenta elementos que pueden ser positivos para la psoriasis. De este modo, el buen tiempo, el sol y la humedad pueden determinar la mejoría de los síntomas cutáneos de la enfermedad. Además del buen clima, la mayor tranquilidad, un buen descanso y la disponibilidad de tiempo libre pueden ser las principales causas de la disminución del estrés, elemento que suele estar relacionado con un empeoramiento de la psoriasis.
Psoriasis, sol y protección solar
La exposición al sol de las lesiones cutáneas causadas por la psoriasis es un elemento positivo. Por ello, siempre se recomienda realizar actividades al aire libre a los pacientes con psoriasis. La radiación solar ejerce un efecto inmunomodulador positivo en las placas de psoriasis, disminuyendo la inflamación y la proliferación celular en las zonas afectadas. Además, el sol (concretamente los rayos ultravioleta B) participa en la producción de vitamina D en la piel y tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo y también regulando el sistema inmunológico, entre otros efectos.
Por otro lado, el exceso de radiación solar puede tener efectos perjudiciales, contribuyendo a la aparición de quemaduras y manchas, y aumentando el riesgo de cáncer, debido a la radiación ultravioleta.
De este modo, para evitar los problemas que puede causar el exceso de radiación solar en las personas con psoriasis se recomienda:
- Es recomendable siempre consultar con el dermatólogo sobre la mejor manera de exposición al sol en función del tipo de piel y el tipo de psoriasis que se padece.
- Evitar la exposición solar en las horas centrales del día (de 12 a 16 h).
- Utilizar un protector solar de amplio espectro (protector frente a UVA y UVB) y adecuado para el fototipo específico de piel.
- Aplicar la protección 30 minutos antes de la exposición al sol sin escatimar en la cantidad de protector por todo el cuerpo. En las zonas donde se sitúan las placas de psoriasis se deberán exponer al sol sin protección durante 20-30 minutos, tras los cuales habrá que protegerlas con la crema solar. Aplicar el protector cada 2 horas y si se está en la playa o la piscina, después de cada baño.
- Elegir cremas untuosas e hidratantes, evitando geles y espráis que podrían tener un efecto irritante.
- Hasta la fecha, no existen los protectores específicos para personas con psoriasis. Sin embargo, se pueden utilizar las cremas solares para pieles atópicas.
- Es importante proteger los ojos y la cabeza con gafas de sol y sombrero.
- Después de la exposición solar y el baño, es muy recomendable hidratar la piel con una loción emoliente.
- Si es posible, elegir la playa en lugar de la piscina, ya que el agua de mar puede ser beneficiosa para la piel y las lesiones de la psoriasis, mientras que el cloro de la piscina puede tener un efecto irritante.
Fuentes
- Academia Española de Dermatología y Venereología. Guía para pacientes con psoriasis. Consultado: 18/04/2023.
- Sol y descanso, los mejores aliados contra la psoriasis en verano. Consultado: 18/04/2023.
- Griffiths CEM, Armstrong AW, Gudjonsson JE, Barker JNWN. Lancet 2021; 397(10281): 1301-1315. Doi: 10.1016/S0140-6736(20)32549-6.

Dr. Pedro L. González
Responsable de la redacción/ supervisión de los artículos publicados en AXA Health Keeper.
Pedro Luis González es médico especialista en Medicina Preventiva y de Salud Pública, periodista científico (Col·legi de Periodistes de Catalunya) y tiene varios postgrados en ciencias del comportamiento, administración sanitaria y diseño de sistemas de salud.
Life Coach y conferenciante público, ha creado la Propuesta Habittude basada en la ciencia del comportamiento aplicada a la autogestión de la salud, creando diversos servicios digitales de gestión del bienestar y del estilo de vida como forma de resolver la crisis de la cronicidad en los sistemas sanitarios.
Representa a la Organización Europea de Medicina del Estilo de Vida (ELMO) en España y trabaja con diversos actores sanitarios en el avance del pensamiento innovador para el empoderamiento de los ciudadanos respecto a su propia salud.