El confinamiento -ahora parcial- está significando muchas cosas diferentes para cada persona. Al principio, la recomendación inicial fue la de estar ocupado, pero para muchos se ha convertido en un mandato para hacer muchísimas cosas “enriquecedoras”. Hay una distancia entre un propósito y otro. Y esa distancia supone la diferencia entre vivir de forma saludable estos días y sentir ansiedad y estrés por no cumplir con las expectativas.

Por el Dr. Pedro L. González, especialista en Medicina Preventiva y de Salud Pública y periodista científico

Ante la nueva situación que supuso el confinamiento en casa para la mayoría de ciudadanos, la propuesta principal fue la de hacer cosas agradables y recuperar tiempo. El objetivo era hacer que las horas pasasen más rápido y escapar del tedio o la angustia por la excesiva información sobre la pandemia.

Tener una rutina, con horarios y actividades programadas es una de las estrategias clave para confinarse en salud. Si además se recuperan hobbies o se hacen cosas para las que nunca había tiempo, se consigue que ese encierro se vea como algo positivo, dentro de las circunstancias.

El problema surge con el imperativo que dice “aprovecha este tiempo para…”. Y entonces empezamos a sentir obligaciones y nos preocupamos porque no cumplimos con ello. Y empeora cuando se ven en las redes sociales todo lo que hacen los demás.

Y es que hay personas que parece que necesitarían dos confinamientos, tres años sabáticos y una jubilación anticipada para poder acabar todo “lo que podríamos estar haciendo estos días”. No hay que olvidar que el confinamiento se debe a la existencia de un virus muy contagioso. No se trata de un retiro para el crecimiento personal, ni en un campeonato de productividad.

Hay personas más a gusto en situación de poco contacto social y mucho tiempo para su creatividad y trabajo. Otras en cambio, sienten que no pueden concentrarse, por ejemplo, o convertirse en deportista de élite, dar de comer a su familia como un experto de la cocina, ni tienen la inspiración para escribir el libro de su vida o para ser máster en pedagogía y educación de los hijos.

Hay que proponerse hacer cosas, sí, pero de un modo racional. De lo contrario nos cargamos con una lista de pendientes, un “debe” más en nuestra cabeza, una frustración y un motivo de ansiedad y estrés que se une al propio de la cuarentena.

que cosas hacer durante el confinamiento

Pautas para un confinamiento en salud

Si has sentido frustración y/o culpa porque querías hacer mucho más de lo que estás pudiendo hacer, debes saber que estas pausas, ese no hacer nada, son saludables, tal y como explica la Sociedad Española de Psiquiatría.  Los descansos generan neurotransmisores (endorfinas, serotonina…) que son facilitadoras de la relajación y el bienestar.

Lo ideal es gestionar el confinamiento en función de las circunstancias y preferencias de cada uno, pero en general es recomendable:

  • Al levantarte, sé consciente de ti mismo y toma como hábito el decirte que va ser un buen día.
  • Antes del desayuno, hidratarse bebiendo agua y reponiendo la que se pierde durante la noche.
  • Darse permiso de vez en cuando para descansar, ver películas sin levantarse de la cama o comer helado.
  • Dejar días sin rutinas ni horarios. Así se diferencian los fines de semana con más facilidad.
  • Si los hijos tienen la edad suficiente, dejar que ellos aprendan a gestionarse solos.
  • Practicar meditación. Hacer nada invita a la reflexión, a salir imaginariamente del encierro

No solo nos tenemos que cuidar del contagio, sino también tenemos que cuidar nuestro cerebro.

En AXA Health Keeper tenemos una serie de artículos en torno a la COVID19 que te ayudarán a navegar mejor estos tiempos de pandemia. Infórmate con nosotros.

Fuentes:

  • What people really get up to in self-isolation. Kantar media. March 2020
  • El independiente. 30 marzo 2020. El deporte en casa: la moda más exitosa de la cuarentena
  • CUIDE SU SALUD MENTAL DURANTE LA CUARENTENA POR CORONAVIRUS: Hoja informativa de la Sociedad Española de Psiquiatría.