Es la técnica que usa los productos de la abeja para curar diferentes enfermedades y afecciones. La miel, el polen, la cera y el veneno de abeja son los remedios utilizados en esta terapia alternativa. Su efectividad, ¿es realidad o un simple mito?

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El término ‘apiterapia’ proviene de las palabras Apis, que significa abeja, y terapia, que se refiere a tratamiento. Se trata de una terapia alternativa con miles de años de antigüedad, que utiliza los frutos de las colmenas para tratar y prevenir diferentes dolencias.

La miel, el veneno de abeja, el propóleo, el polen, la jalea real y la cera de abejas son los remedios naturales que emplea la apiterapia para mejorar la salud de las personas.

Terapia con picaduras de abejas

Dentro de las distintas aplicaciones de la apiterapia, encontramos la que administra veneno a través de picaduras de abejas vivas o inyecciones en puntos específicos del cuerpo. Este tratamiento se ha usado durante miles de años para aliviar el dolor de cabeza y de las articulaciones, así como para calmar las erupciones cutáneas.

El veneno de la abeja (apitoxina) contiene compuestos biológicamente activos, aminoácidos y enzimas con propiedades antiinflamatorias.

De acuerdo con la Organización Mundial de Apiterapia (OMA), la apitoxina tiene efectos analgésicos, antinflamatorios, antineoplásico (puede prevenir el cáncer), antiviral, antidegenerativo y de medicina estética (bótox).

Miel de abeja

Usos de la terapia con picaduras de abejas

La apiterapia con veneno se ha usado para tratar una amplia gama de afecciones médicas:

  • Artritis. Puede ayudar a inducir un aumento de cortisona en el plasma sanguíneo. Por eso, se ha usado para tratar síntomas de la osteoartritis y la artritis reumatoide.
  • Inflamación crónica. La melitina (antiinflamatorio), la histamina o la apamina presentes en el veneno calman la inflamación en la tendinitis y el dolor de espalda.
  • Cicatrices. El veneno puede ayudar a suavizar y decolorar el tejido cicatricial, gracias a sustancias como la fosfolipasa A2, la histamina y la hialuronidasa.
  • Esclerosis múltiple. El veneno de abeja en pacientes con esclerosis múltiple puede reducir la actividad de la enfermedad, la fatiga y mejorar la calidad de vida.

Para los defensores de la apiterapia, las picaduras de abejas ayudan a aliviar los síntomas de diferentes enfermedades. Según esta técnica, debido a que las picaduras de abejas producen inflamación, el cuerpo genera una respuesta antiinflamatoria. Así, esto funcionaría para reducir la inflamación también en otras partes del cuerpo.

Contraindicaciones de la terapia con picadura de abejas

Aunque el veneno de abeja se ha usado durante siglos por sus propiedades medicinales, existe muy poca evidencia científica sobre su eficacia. Se han realizado pequeños estudios sobre sus beneficios, por ejemplo, en términos de salud de la piel o afecciones inflamatorias como la artritis reumatoide.

Los riesgos más comunes asociados a la apiterapia son las reacciones alérgicas. Se calcula que aproximadamente el 2% de las personas tienen algún tipo de reacción alérgica a las picaduras de abejas y avispas. Además, ese riesgo puede aumentar con la cantidad de picaduras recibidas.

Los efectos adversos relacionados con la terapia con veneno de abeja son frecuentes, según el Instituto de Medicina Oriental de Corea del Sur. Los más habituales son picor, urticaria, fatiga, ansiedad, tos, dolor de cabeza, pérdida de apetito, ictericia, dolor y debilidad muscular.

Por tanto, antes de someterte a un tratamiento de apiterapia, asegúrate bien que no eres alérgico y, sobre todo, consulta antes con tu médico.

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Fuentes:

  • Biblioteca Nacional de Medicina Pubmed
  • PlosOne
  • Organización Mundial de Apiterapia (OMA)