Comer bien y de forma saludable no tiene por qué estar reñido con gastar más de la cuenta y con dedicar horas a la cocina. Ni necesitamos productos caros ni de tiendas especializadas para conseguir menús sanos, ricos y sencillos. Descubre cómo hacerlo sin romperte la cabeza.

En AXA Health Keeper tenemos endocrinos y nutricionistas cualificados que pueden ayudarte a comer mejor. Regístrate.

Llevar una alimentación equilibrada, práctica y que se ajuste a nuestro bolsillo es posible. Y es que no es necesario gastar más para comer mejor.

De acuerdo con la Fundación Británica del Corazón, para que nuestros menús sean realmente saludables debemos asegurarnos de que observan los siguientes principios:

  • Llevan cinco porciones de frutas y verduras cada día.
  • Los carbohidratos, como patatas, cereales o pasta, son integrales
  • Las proteínas provienen de carne magra, blanca, pescado, huevos o legumbres. Solo ocasionalmente de carnes rojas.
  • Cada día, se acompañan de dos a tres porciones de lácteos ( mejor versiones reducidas en grasa).

Consejos para ahorrar

A la hora de diseñar un plan de alimentación fácil y asequible podemos optar por alimentos básicos, como las legumbres, la pasta y las verduras de temporada, que son más económicos.

Los nutricionistas nos recuerdan también algunas pautas para no gastar de más en la compra y no desperdiciar comida de manera innecesaria:

  • Planifica el menú semanal y la compra. Hacer una lista de lo que necesitas para tu plan de comidas semanal te ayudará a comprar solo lo necesario y a ahorrar en productos que no usarás. Trata de no ir a comprar antes de comer, ya que si estás hambriento tienes más probabilidades de gastar más.
  • Compara los precios. Entretente un poco en revisar los precios de los productos básicos en distintas tiendas. Alimentos como la leche, los huevos, el pan o el aceite suelen actuar como gancho para caer en la compra de otros productos. Compara el precio por peso y calcula si realmente sale bien.
  • Prioriza frutas y verduras de temporada. Los precios bajan cuando el producto es de temporada y, además, están en su mejor momento nutricional. Fuera de su época, las frutas y verduras resultan más caras y tienen menos sabor.
  • Aprovecha las sobras. Si has hecho más comida de la que necesitabas, no la tires. Guarda en tápers lo que te sobra. Puedes, incluso, congelarlos (poniéndoles fecha).
  • Reduce el consumo de carnes. La carne y el pescado suelen ser los productos más caros de una lista de la compra. Agrega más verduras a tus guisos de carne y, así alargarán un poco más. Prueba también comidas vegetarianas durante la semana.
  • Da protagonismo a las legumbres. Lentejas y guisantes son algunos de los alimentos más baratos del mercado. Además, son bajos en calorías y grasas, y están llenos de fibra, vitaminas y minerales. Úsalos para reemplazar platos de carne.
  • Cocina para varios días. Dedica una tarde a cocinar varias raciones para la semana. Guárdalas en recipientes y sácalas, a medida que las necesites.

Recetas fáciles, sencillas y económicas

Raviolis al pesto con tomate y espinacas. Hierve 1 kg de raviolis. En una sartén con un poco de aceite, saltea 4 tomates maduros y un puñado de espinacas. Una vez esté hecha la pasta, mezcla los raviolis con la salsa y mueve suavemente.

Raviolis al pesto con tomate y espinacas

Tortilla de queso de cabra y hierbas frescas. Bate 2 huevos, 1/2 de leche, pimienta y sal. En otro tazón, agrega una cucharada de queso de cabra, perejil y 2 cebolletas. En una sartén, calienta un poco de aceite y añade los huevos hasta que se cocinen los bordes. Luego espolvorea la mezcla de queso sobre la tortilla.

Tortilla de queso de cabra y hierbas frescas

Pollo al horno con limón y pimienta. Añade sal y pimienta dos muslos de pollo. Caliéntalo en una sartén hasta que quede dorado por los dos lados. Coloca rodajas de limón alrededor de la sartén. Pasa el pollo a una bandeja para horno y hornéalo hasta que quede bien cocinado.

Pollo al horno con limón y pimienta.

Gambas al ajillo. Descongela 500 g o 1 kg de gambas y caliéntalas en una sartén, con aceite y ajo. Deja que se cocinen hasta que se vuelvan opacas.

Gambas al ajillo

Como ves, cocinar y comer de forma sencilla y económica es posible, y eso no significa menos saludable. Tienes muchas opciones asequibles y cómodas para seguir cuidándote.

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Fuentes:

Fundación Británica del Corazón (BHF)