La depresión es un trastorno mental que afecta a cerca del 5% de las personas adultas en todo el mundo. Aunque la mayoría de la gente asocia el verano con momentos de felicidad y diversión, para las personas con depresión puede ser una etapa especialmente difícil. Además, el verano es una época en la que pueden hacer presencia los síntomas depresivos.

Síntomas depresivos en verano

La época veraniega también puede determinar la aparición de síntomas depresivos. Sin embargo, estos pueden ser diferentes de los que experimentan las personas durante otras épocas del año. En lugar de sentimientos de tristeza y falta de energía, pueden prevalecer los sentimientos de ansiedad, irritabilidad e inquietud. Las personas afectadas también pueden experimentar una disminución o aumento del apetito y dificultades para dormir. Se ha observado una relación directa entre los síntomas depresivos y cambios en los ritmos circadianos, incluyendo el ciclo actividad-descanso.

Una de las situaciones que pueden determinar la aparición de síntomas depresivos en verano es que ciertas personas pueden sentirse abrumadas por las expectativas de ese periodo. De este modo, los planes para viajar, socializar y disfrutar del buen tiempo, en principio positivas y estimulantes, pueden ser promotoras de estrés, especialmente si la persona siente que no está a la altura.

Además, algunas personas pueden sentirse solas o aisladas durante el verano. Cuando no existen familiares o amigos cercanos con los que pasar tiempo, se puede propiciar un sentimiento de exclusión frente a las vacaciones y actividades comunes durante esta temporada. Esta situación puede ser especialmente difícil en personas con antecedentes de depresión o ansiedad.

 

Síntomas depresivos en verano: más allá del trastorno afectivo estacional

Aunque los síntomas depresivos en verano a menudo se asocian con los trastornos afectivo-estacionales, es necesario destacar que no en todos los casos es así. Un factor importante a considerar es el de los ritmos biológicos del organismo. Cuanto mayor es la estabilidad con los ciclos, mayor estabilidad emocional existirá. De este modo, la alteración de los hábitos de descanso, los horarios de las comidas y las actividades cotidianas pueden tener consecuencias sobre el estado anímico.

Es común entonces ver un pico en sintomatología depresiva en verano debido a que, de forma común, estos ritmos se ven alterados en la época estival.

 

Los síntomas depresivos que pueden aparecer en verano varían de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen:

  • Cambios en el apetito y en los patrones de sueño.
  • Sentimientos de tristeza, irritabilidad o ansiedad.
  • Pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras.
  • Dificultades para concentrarse o tomar decisiones.
  • Sentimientos de cansancio o falta de energía.

Factores que pueden predisponer a la aparición de síntomas depresivos en verano

Los síntomas depresivos en verano pueden ser desencadenados por diversidad de factores. Estos pueden incluir:

  • Expectativas poco realistas. Muchas personas tienen expectativas elevadas sobre lo que deben hacer o experimentar durante el verano, lo que puede llevar a sentimientos de fracaso o insuficiencia si no cumplen con estas expectativas.
  • Cambios en las rutinas. Como se ha dicho, muchas personas cambian durante el verano su rutina diaria. Esto puede ser emocionante para algunas personas, pero puede tener un impacto negativo en la estabilidad emocional.
  • Aislamiento social. Si una persona no tiene familiares o amigos cercanos con los que pasar tiempo durante el verano, puede sentirse sola o aislada.
  • Estrés económico. El verano puede ser una época de gastos elevados, especialmente si se tienen planes de viajar lejos o de participar en actividades lúdicas que suelen ser costosas.

Psicoterapia para la depresión en verano

La psicoterapia, en especial la terapia cognitivo-conductual (TCC) es una forma de tratamiento para la depresión que se centra en cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos. La TCC es el tratamiento que ha mostrado un mayor éxito para tratar la depresión durante todo el año, incluidos los síntomas depresivos en verano.

Durante la terapia cognitivo-conductual, los pacientes trabajan con un terapeuta para identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos que pueden estar contribuyendo a su depresión. Esto puede incluir trabajar en la identificación de pensamientos distorsionados o irracionales, así como rumiaciones y pensamientos intrusivos, y en la promoción de pensamientos más realistas y positivos.

Además, la TCC puede ayudar a las personas a identificar y abordar los factores estresantes específicos que pueden estar contribuyendo a sus síntomas depresivos en verano. Esto puede incluir trabajar en habilidades de comunicación y resolución de conflictos para mejorar las relaciones interpersonales.

La TCC también puede ayudar a las personas a desarrollar habilidades para manejar el estrés, la ansiedad y otros síntomas asociados con la depresión. Esto puede incluir técnicas de relajación, ejercicios de respiración y técnicas de resolución de problemas.

En resumen, los síntomas depresivos en verano son comunes y pueden ser desencadenados por una gran variedad de factores. La TCC puede ser una opción efectiva de tratamiento para las personas que experimentan síntomas depresivos en verano, ya que se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos que contribuyen a la depresión. Además, la TCC puede ayudar a las personas a desarrollar habilidades para manejar el estrés, la ansiedad y otros síntomas asociados con la depresión.

 

Fuentes