Las vacaciones son momentos de descanso y relajación que nos permiten desconectar de las rutinas diarias, revitalizarnos y disfrutar de nuevas experiencias. Sin embargo, regresar de vacaciones puede resultar problemático para muchos, ya que implica volver a la realidad, retomar responsabilidades y adaptarse nuevamente a la rutina. Existen ciertas actuaciones que pueden contribuir a una transición posvacacional menos traumática, potenciando el bienestar psicológico.

 

Vuelta de vacaciones y síndrome posvacacional

El popular síndrome posvacacional viene dado por la falta de adaptación a las actividades cotidianas tras finalizar el periodo de vacaciones, sobre todo si esas actividades no nos resultan del todo satisfactorias. De este modo, pueden aparecer una serie de síntomas físicos y psicológicos.

Síntomas físicos y psíquicos

La cantidad de síntomas que pueden aparecer tras la vuelta de las vacaciones es amplia. Entre los factores físicos que pueden hacer presencia destacan:

  • Falta o exceso de apetito.
  • Problemas de concentración.
  • Dolores musculares.
  • Molestias gastrointestinales.
  • Sensación de falta de aire.

A nivel psicológico se pueden dar:

  • Falta de interés.
  • Nerviosismo e inquietud.
  • Tristeza y decaimiento.
  • Estrés.

En condiciones normales se trata de síntomas transitorios que desaparecen en unos cuantos días. De no ser así, es aconsejable consultar con el médico o psicólogo.

Consejos para una vuelta de vacaciones positiva

En primer lugar, es necesario no contemplar al periodo vacacional como una etapa contrapuesta al periodo de trabajo, sino que constituye una fase más dentro del año caracterizada por el descanso. Las vacaciones constituyen un aspecto positivo para el trabajo, del mismo modo que lo hacen los días libres por ser festivos o los fines de semana.

A continuación, citamos algunos consejos que te pueden ser útiles para sobrellevar mejor la vuelta de las vacaciones:

Establece una transición gradual

No es una buena idea pasar directamente de la relajación total a un horario de trabajo completo. Al igual que ocurre con el inicio de las vacaciones, regresar al trabajo requiere de cierto entrenamiento.

La vuelta a la rutina de forma abrupta puede generar más estrés. Por ello, es recomendable llevar a cabo una transición gradual, planificando un período de adaptación en el que se dedique tiempo a reorganizar la agenda y ajustarse a los horarios habituales. Por ejemplo, con un acercamiento paulatino al horario laboral, siguiendo el mismo horario de comidas o manteniendo el contacto con los compañeros de trabajo.

Las investigaciones han demostrado que una transición gradual facilita la adaptación psicológica y disminuye el estrés.

Establece unos hábitos y rutinas saludables

Durante las vacaciones, es común relajarse en términos de alimentación y ejercicio físico. A medida que regresas a tu rutina, es importante cuidar de tu bienestar físico. Establece una rutina de actividad física regular y una alimentación equilibrada. De este modo nos aseguraremos de tener un buen nivel de energía para la vuelta al trabajo.

Existe una sólida evidencia que respalda el ejercicio y la dieta saludable como herramientas para mejorar la salud, el estado de ánimo y el bienestar general.

Recobra un horario regular de sueño

Tras las vacaciones, donde los horarios se difuminan y las horas de sueño pasan a un segundo plano, retomar un horario regular y suficiente de sueño es crucial para un mejor bienestar y readaptación a la nueva rutina. De igual modo, un horario de sueño irregular puede aumentar los niveles de estrés. El calor y la elevada humedad durante la noche también puede dificultar el descanso, por eso es recomendable el uso de ventiladores, abanicos o difusores de agua. A veces una ducha antes de irse a la cama ayuda a tener un sueño reparador para volver al trabajo con energía.

Las evidencias señalan que el mantenimiento de un horario de sueño regular y un descanso de calidad tiene repercusiones muy positivas en el estado de ánimo, el bienestar general y la salud física y emocional.

Dedica tiempo para el autocuidado

Que hayan terminado las vacaciones no significa que debamos olvidarnos de lo que nos sienta bien y de cómo nos sentimos. El autocuidado, entendido como dar respuesta a tus necesidades y hacer lo que te sienta bien, es esencial para mantener el equilibrio emocional. Las actividades de autocuidado pueden contribuir a reducir el estrés, mejorar el bienestar emocional y ayudar a que te adaptes a la nueva etapa. Darse algún capricho, del tipo que sea, durante la primera semana de vuelta al trabajo ayudará a que lo hagamos de mejor humor.

Mantén una actitud positiva

La actitud puede tener un impacto significativo en cómo experimentamos el estrés. Mantener una actitud positiva, relativizando las cuestiones negativas de la nueva etapa, puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el grado de aceptación y la adaptación.

Aunque pueda parecer lo más simple, en el fondo es algo difícil de lograr. Por eso, rodearse de familiares o amistades que nos ayuden a mejor nuestra actitud puede convertirse en el apoyo suficiente para no añorar tanto las vacaciones.

Revive los buenos recuerdos

Aprovecha la energía positiva generada durante las vacaciones y recuerda los momentos agradables y las experiencias emocionalmente positivas vividas durante ese período. Haz fotos o videos durante tus vacaciones para después poder recrearte en esos recuerdos de una forma más vívida. La literatura científica destaca que evocar recuerdos positivos puede contribuir a mantener altos niveles de bienestar y reducir los sentimientos de tristeza asociados a la finalización de las vacaciones.

Establece metas y planifica actividades

El establecimiento de metas y la planificación de actividades gratificantes en el periodo posterior a las vacaciones pueden ayudar a mantener una sensación de propósito y motivación. Establece pequeñas metas alcanzables y planifica actividades placenteras para contribuir a una sensación de satisfacción personal. Estas pueden o no estar relacionadas con el ámbito laboral, cualquier meta por pequeña que sea tendrá su efecto.

La meditación también puede ayudar

La práctica de meditación o mindfulness puede ser beneficiosa para manejar el estrés posvacacional y cultivar una actitud más consciente hacia la transición. Las investigaciones señalan que la práctica regular de mindfulness reduce la ansiedad y mejora el bienestar emocional. Incorporar técnicas de mindfulness, como la meditación o la respiración consciente, puede ayudarte a mantener la calma y la claridad mental durante la vuelta de las vacaciones.

En resumen, la transición de las vacaciones a la rutina diaria puede ser un periodo problemático, pero con un poco de planificación y cuidado personal, puedes aprovechar al máximo este periodo de adaptación y comenzar con buen pie. La vida está llena de cambios y transiciones, aprender a sobrellevarlos de forma positiva te ayudará a crecer como persona.

 

Fuentes

 

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